A partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva para el gobierno de Perón. El bloque antiperonista se había ampliado y consolidado. El único sector social que parecía decidido a sostener a Perón era la clase obrera. Luego de las jornadas de junio, la CGT convocó por radio –en varias oportunidades– a los trabajadores, para que acudieran a defender al gobierno. Una multitud de trabajadores se reunió en Plaza de Mayo –el 31 de agosto de 1955– para escuchar lo que fue el último discurso de Perón, en el cual remarcó la necesidad de defender las conquistas populares a cualquier precio.
El 16 de septiembre, un nuevo alzamiento militar –se autodenominó "Revolución Libertadora"– encabezado por los generales Eduardo Lonardi, Pedro E. Aramburu y el almirante Isaac Rojas destituyó a Perón y estableció un gobierno provisional encabezado por el general Lonardi.
En las décadas siguientes el peronismo será proscrito, iniciando de esta forma un largo período de gobiernos semidemocráticos y militares que durarían hasta 1973. Ese año y en elecciones libres el peronismo, por amplia mayoría, volvió a ser gobierno por tercera vez desde su nacimiento en 1945. En 1976, un nuevo golpe de Estado interrumpió la democracia e instauró una dictadura militar.