29 de Mayo: Nuevo Aniversario del «Cordobazo»

29 de Mayo: Nuevo Aniversario del «Cordobazo»

En junio de 1966, la Junta de Comandantes en Jefe derrocaba, mediante un golpe militar, al gobierno radical de Arturo H. Illía, poniendo en marcha lo que, por entonces denominaron, La Revolución Argentina y que significó una nueva dictadura militar en el país, con el Teniente General Juan C. Onganía como presidente.

El gobierno militar lanzó una serie de medidas antiobreras y autoritarias. Paralizó la Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Impuso el arbitraje obligatorio en los conflictos laborales y la ley de represión de los conflictos sindicales. Intervino sindicatos y suspendió personerías gremiales. Estableció la Ley de congelamiento de salarios. Modificó la Ley de indemnizaciones por despidos y aumentó la edad para jubilarse.

Dictó la llamada Ley de represión del Comunismo y bajo la acción de la funesta DIPA (Dirección de Investigación de Políticas Antidemocráticas) persiguió y encarceló a los militantes populares. Onganía clausuró el Parlamento, disolvió los partidos políticos e intervino las universidades, que fueron consideradas “centros de subversión y comunismo” por la propaganda oficial. Estudiantes y profesores fueron desalojados a palos por la policía, en lo que se conoció como “la noche de los bastones largos”.

El Cordobazo fue una movilización insurreccional que estuvo precedida por una serie de movilizaciones en distintos puntos del país y que fueron expresiones de la resistencia creciente que opusieron importantes sectores de trabajadores y estudiantes a la política global de la dictadura.

La provincia mediterránea que contaba con una gran concentración obrera industrial y una numerosa población estudiantil, también era escenario de importantes protestas. En setiembre de 1968, la CGT cordobesa y el Frente Estudiantil en Lucha organizó una semana de protesta en memoria de los Mártires Populares, al cumplirse el aniversario del asesinato del estudiante Santiago Pampillón y fue reprimida, así como otros actos que se realizaron contra el gobierno.

En mayo de 1969, los trabajadores del transporte y otros gremios declararon un paro de actividades para los días 15 y 16 en protesta por las quitas zonales y el no reconocimiento de la antigüedad por transferencia de empresas, respectivamente. Unos días antes habían sido reprimidos los obreros mecánicos que salían de una asamblea. En este marco de agitación política, los cordobeses reciben la noticia del asesinato de Cabral en Corrientes y de Bello en Rosario. Entonces, los estudiantes organizan una huelga el día 21, y el 23 de mayo ocupan el Barrio Clínicas en donde chocan con la policía y tres días después ambas CGT llaman a un paro nacional para el día 30. En Córdoba se decide parar desde el 29 en forma activa. La medida recibe el apoyo del movimiento estudiantil.

Comienzan a registrarse choques en las esquinas entre policías y manifestantes. La columna de tres mil obreros de la planta de Santa Isabel de IKA-Renault hace su entrada en la ciudad por la ruta Nº 36, llega hasta la Avenida Vélez Sarfield y supera la barrera policial. Poco después chocan con otro nutrido grupo policial, a la altura del Hogar Escuela Pablo Pizzurno, y los policías deben cubrir su retirada a balazos. En medio de barricadas y automóviles incendiados, los obreros y los estudiantes van ocupando el centro de la ciudad. Muchos vecinos apoyan a los manifestantes y pasado el mediodía muchos destacamentos policiales se retiran a sus cuarteles mientras los que quedan en las calles comienzan a disparar sus armas ante el torrente imparable de manifestantes que corre por las calles, se encuentra, se multiplica y se mezcla desbordando las fuerzas represivas.

El 29 de mayo, a media mañana, cuando Onganía ingresaba al Colegio Militar en Campo de Mayo, para celebrar el día del ejército; en Córdoba, miles de obreros comienzan a abandonar sus tareas y se encolumnan en dirección hacia el centro de la ciudad. Las fábricas automotrices quedan vacías rápidamente y constituyen el grueso de la movilización obrera junto a otros gremios que se suman. Mientras algunos estudiantes se meten en las columnas de obreros y la mayoría comienza a marchar en forma organizada desde distintos puntos de la ciudad, las fuerzas policiales han desplegado un abanico de tropas, carros de asaltos y camiones hidrantes a la espera de la movilización.

Comienzan a registrarse choques en las esquinas entre policías y manifestantes. La columna de tres mil obreros de la planta de Santa Isabel de IKA-Renault hace su entrada en la ciudad por la ruta Nº 36, llega hasta la Avenida Vélez Sarfield y supera la barrera policial. Poco después chocan con otro nutrido grupo policial, a la altura del Hogar Escuela Pablo Pizzurno, y los policías deben cubrir su retirada a balazos. En medio de barricadas y automóviles incendiados, los obreros y los estudiantes van ocupando el centro de la ciudad. Muchos vecinos apoyan a los manifestantes y pasado el mediodía muchos destacamentos policiales se retiran a sus cuarteles mientras los que quedan en las calles comienzan a disparar sus armas ante el torrente imparable de manifestantes que corre por las calles, se encuentra, se multiplica y se mezcla desbordando las fuerzas represivas.

La toma de fábrica fue una metodología de lucha que se transformó en algo cotidiano y que incluyo mantener de rehén al patrón. El saldo del enfrentamiento en Córdoba produce que el régimen de Ongania poco tiempo después  fuera dispuesto y las sucesivas camarillas militares que lo sucedieron fueron jaqueadas ante la apabullante aparición del pueblo organizado sindical política y militarmente. La experiencia del cordobazo nos demuestra que cuando los sectores populares se unen detrás de un proyecto propio y enfrentan a los poderosos de turno, estos demuestran que son gigantes con pies de barro, una clase débil y cobarde que terminara sus días perseguidos por nuestro  pueblo.

En ese momento se reprimía el uso del pelo largo, minifaldas y unas series de libertades individuales garantizadas en cualquier democracia liberal  se intervenía con el ejercito las universidades echando a patadas a sus principales docentes ( noche de los bastones largos) , la persecución contra el campo popular fue masiva al mismo tiempo que se compraba a la oficialidad del sindicalismo conducido por Agusto Timoteo Vandor ( referente metalúrgico ) y se proscribió a los compañeros  intransigentes con sus ideas ; es el caso de la CGT de los argentinos ; en la economía se devalúa la moneda en un 40% y se congelan los salarios; lo que equivale en trasladar gran parte del trabajo de los argentinos a los sectores mas concentrados. El  estado, única propiedad real lo que tenemos los humildes deja de controlar el mercado cambiario dejándolo en manos de la oligarquía financiera. Esta prepotencia fue generando en las bases un clima de rebeldías individuales que ira tomando forma en un gran levantamiento popular el 29 de mayo de 1969 en la ciudad de Córdoba, donde van a confluir diversos sectores en pie de guerra. Diversas circunstancias confluyeron en la protesta. El 13 de mayo se derogó el sábado inglés (trabajar mediodía el sábado y cobrar jornada completa) lo que genero en Córdoba de cinco mil obreros duramente reprimida, en la ciudad de Corrientes se movilizaron los estudiantes contra la privatización de un comedor universitario, el balance fue la muerte de Juan José Cabral tras la represión. La respuesta fue un paro general obrero estudiantil donde muere el estudiante ramón bello. El régimen mostrando su cara reaccionaria cosecha tempestades pues logro un echo inédito en la historia argentina: Unir la clase obrera y los estudiantes en un enfrentamiento callejeros contra la dictadura pidiendo su renuncia y generando una catarata de toma de ciudades.

Los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Córdoba en mayo de 1969 fueron en parte el resultado de un plan económico antipopular y de un gobierno autoritario. Pero también se trató del inicio de nuevas acciones populares que ocurrirían en la Argentina en los años siguientes.