El objetivo era llevar a acabo un nuevo golpe de estado en nuestro país y el de asesinar al Presidente Juan Domingo Perón. Este verdadero acto terrorista, causó la muerte de poco más de 300 personas y más de 700 heridos.
En el momento del bombardeo a la plaza, Perón afortunadamente ya se había retirado al Ministerio de Guerra ubicado a escasos metros de la Casa Rosada, por lo cual no estaba en ella al comenzar los ataques aéreos.
La violencia de este levantamiento militar fue de una magnitud nunca vista anteriormente en nuestro país. Fue un verdadero acto de desprecio por la vida de las personas.
El bombardeo es uno de los antecedentes directos del levantamiento cívico-militar que se produjo tres meses después, en el que se logró deponer del poder al presidente Perón, a manos de la autodenominada “Revolución Libertadora”.