“Cuando elegí ser Evita sé que elegí el camino de mi pueblo. Cuando un pibe me nombra Evita me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama Evita me siento con gusto compañera de todos los hombres que trabajan en mi país y aún en el mundo entero. Cuando una mujer de mi patria me dice Evita, yo me imagino ser hermana de ella y de todas las mujeres de la humanidad. Y así, casi sin darme cuenta, he clasificado, con tres ejemplos, las actividades principales de Evita en relación con los humildes, con los trabajadores y con la mujer. Y conste que no asumo así un honor sino una responsabilidad…”, así Eva Perón describía su labor social en el libro La Razón de mi Vida.
Al cumplirse 57 años de la desaparición física de Eva Perón, la agrupación La Cámpora la recuerda como "la mujer más importante de la Argentina en el Siglo XX, que marcó un antes y un después en relación a la presencia de la mujer en la Historia nacional".
Con el paso de los años adquiere mayor trascendencia y respeto ya que encarnó, como pocas figuras de la vida pública, lo mejor de la argentinidad. Por ello, sigue siendo aclamada u memoria por el Pueblo. Su legado, más allá de la enorme cantidad de hechos tangibles que dejó, ha pasado definitivamente a la inmortalidad.