
“A Hugo Chávez, como a Néstor, definitivamente los custodian sus pueblos”, manifestó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un breve discurso con el que cerró su participación en la misa de homenaje al ex presidente venezolano que se llevó a cabo en la iglesia Nuestra Señora de Caacupé, situada en la Villa 21.24 del barrio porteño de Barracas, a un año de su muerte. De blanco, con una flor de ese color en el pelo y una cruz de ceniza en la frente, CFK se dirigió a los vecinos y militantes que se habían acercado a recordar al líder bolivariano.
Por su parte, uno de los curas de Nuestra Señora de Caacupé, conocido por los vecinos como padre Toto, sostuvo que la visita presidencial “reivindica el trabajo de los curas villeros que hoy estarán oficiando la misa”, y recordó que “Chávez hacía hincapié en que el socialismo del siglo XXI tenía que ser un socialismo cristiano”. En tanto que otro de sus compañeros, el padre Juan, pidió rezar “por la vida, la paz y la democracia para nuestro país y todos los de América latina”.