Abrazo para resistir la privatización del Argerich

Abrazo para resistir la privatización del Argerich

Los manifestantes, agrupados en la Multisectorial La Boca-Barracas, pidieron "que dejen de postergarse las operaciones programadas" y también "que lleguen los insumos básicos y específicos".

En el Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”, considerado uno de los centros de salud más importantes del país, el 40% de las intervenciones quirúrgicas que requieren una posterior internación en terapia intensiva debieron ser suspendidas por falta de camas.

A esta situación, se suman las modificaciones en el sistema de compra de insumos que la administración porteña centralizó en el Ministerio de Hacienda, lo que generó grandes inconvenientes en el abastecimiento hospitalario.

En diálogo con Política&Medios, el titular del Argerich, doctor Donato Spaccavento aseguró que los hospitales porteños “nunca estuvieron peor que ahora” y que teme que las autoridades de la Ciudad “terminen privatizando algunas áreas" del establecimiento que dirige (ver aparte).

Desde la Multisectorial formularon una fuerte defensa de Spaccavento y reclamaron su continuidad al frente del Hospital.

“Macri no puede seguir manejando la salud pública porteña como un negocio. Nos movilizamos para defender la salud pública, porque el Argerich no es el único hospital en peligro, y también para defender el cargo de Spaccavento, que se puso el hospital al hombro en los peores momentos de crisis”, dijo Tamara Rebolledo, representante del MUP-La Boca.

En el Argerich, que tiene unas 400 camas para internación y abarca 24 especialidades, se atienden diariamente en consultorios a 3.500 personas y se realizan 20.000 cirugías por año.

Las enfermeras del nosocomio que adhirieron al abrazo simbólico explicaron que “la gente que viene al hospital tiene necesidades y no es posible que no podamos darles sus medicamentos, o realizarle estudios porque muchos de los aparatos dejaron de funcionar, desde febrero, por falta de mantenimiento".