Año de consolidación y profundización del proyecto nacional y popular

Año de consolidación y profundización del proyecto nacional y popular

La novedad: esta vez, la Argentina del Bicentenario, paga sus deudas con recursos y capacidad de negociación genuina, y ya no a tasas usureras dictadas por los gurúes de la economía y banqueros especuladores.

La creación del Fondo del Bicentenario es posible ya que en el transcurso de este año, desde el Gobierno, con una buena gestión de administración de las reservas existentes se pudo mantener el nivel de empleo y el ritmo de crecimiento atenuado en el país, con superávit fiscal y comercial que permitió seguir acumulando reservas en el Banco Central manteniendo un tipo de cambio competitivo.

Las predicciones de futurólogos mediáticos no se hicieron realidad: un dólar por las nubes, aumento del riesgo país por el incumplimiento del pago de títulos de deuda y bonos privados. Todos cobraron muchachos especuladores.

Es bueno repasar un poco de historia, sin irnos muy lejos, como afirmó la compañera Presidenta en un pasaje de su discurso: “Seguramente algunos se acordarán la noche del 23 de diciembre de 2001 donde juró el quinto presidente en esa semana terrible que vivimos los argentinos, cuando se anunció en esa misma sesión, creo que ya el 24 a la madrugada, el default de la deuda soberana, los argentinos no pagábamos la deuda y esto significó las consecuencias de desconfianza de los mercados hacia nosotros que todavía priman hasta hoy, más allá de los ataques especulativos, las maniobras mediáticas, pero lo cierto es que la base del descreimiento y la desconfianza está precisamente en esa madrugada del 24 de diciembre del año 2001”.

Hoy con orgullo y convencidos de que con este proyecto nacional y popular sabemos que el próximo 24 de diciembre no nos van a madrugar y que 200 años de historia no pasaron en vano en nuestra Argentina, hoy ya no somos una factoría de materias primas, sino que agregamos valor a nuestros productos y los exportamos, generamos trabajo genuino, todos los niños y niñas tienen su ingreso universal, se le dio voz a todos los actores de la sociedad con una ley de medios democrática, garantizando los derechos humanos, en un país que día a día es más justo, soberano e independiente.