San Luis, 6 de Diciembre de 2012
Lamento infinitamente no encontrarme en el país para rendir homenaje a un hombre que hizo de la militancia un modo de vida, que sabía cuál era la obligación de un ciudadano comprometido con su época, con la sociedad de la que formaba parte, pero fundamentalmente que solo desde la política se puede cambiar el destino de los pueblos.
Toto Orellano supo interpretar la realidad que acontecía en el momento histórico que cupo transitar, y esa comprensión lo llevó a gestar los elementos esenciales de la organización, el conocimiento de la historia, la conducción, la formación de cuadros políticos y la camaradería como condición ineludible para cualquier lucha.
Nada de lo que aconteció en su periplo por el difícil mundo de persecuciones y cárcel al que lo sometieron los personeros de las burguesías autóctonas, conniventes con el poder foráneo, lo desalentó y así fue que hasta el fin de sus días siguió su senda militante con la humildad propia de quienes los duros avatares de la vida no lo desalentaron y, por el contrario, fortalecieron y templaron su espíritu.
Gloria a él y a todos aquellos que en aras de un mundo mejor renunciaron a títulos y honores donando el mayor de los bienes del hombre: sus propias vidas.
Los saluda desde el corazón
Senador Nacional, Daniel R. Pérsico
Voz e imagen del sur adhiere en el día de la inauguración de la Sede Nacional del MUP
Luis Schenone