Por tal motivo, rechazamos el decreto que firmó el presidente norteamericano, Barack Obama, mediante el cual declara que Venezuela constituye un "riesgo extraordinario" y una "amenaza para la seguridad de Estados Unidos". Teniendo en cuenta el tono violento de ese decreto y los antecedentes históricos de la política exterior estadounidense, los pueblos de Nuestra América y sus líderes han manifestado su gran preocupación. Es en ese sentido que nos vemos en la necesidad de repudiar enérgicamente toda política intervencionista e injerencista en la región.
Duele tener que recordar, 200 años después, las sabias palabras del libertador Simón Bolívar cuando afirmó: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar a América de miseria en nombre de la libertad".
Hoy los pueblos de Nuestra América han vuelto a encontrar referentes que los representan dignamente y han construido espacios de diálogo y unidad como la Celac y la Unasur.
Ningún Estado, por poderoso que sea, tiene derecho a interferir en los asuntos internos de otros pueblos violando el derecho internacional.
En tal sentido, exigimos se respete la soberanía y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano y de todos los pueblos de Nuestra América. Cualquier ataque al pueblo de Venezuela y a su gobierno es un ataque a toda la Patria Grande. La fuerza de la razón triunfará sobre la razón de la fuerza.
¡Viva el pueblo de Venezuela!
¡Vivan los pueblos de Nuestra América!
¡Viva la Patria Grande!
¡Viva Chávez!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Venceremos!
Federico Martelli, secretario general del MUP.
Héctor Bernardo, secretario de Relaciones Internacionales del MUP.