La celebración del primer año de Cristina tuvo dos celebraciones en las huestes kirchneristas. Ambas con amplia participación no sólo de peronistas, sino de aliados K de otros partidos, en una muestra de lo que es el Frente para la Victoria.
El primero, organizado por el Movimiento de Unidad Popular (MUP) y con un marcado tinte de militancia provincial; y el segundo, de más alto perfil y encabezado por el presidente del PJ, Néstor Kirchner, con una fuerte impronta en la gestión central del gobierno. En los dos actos, el propósito, sin embargo, fue el mismo: apoyar el Gobierno.
El acto realizado por el MUP en Punta Carrasco, bajo el título "Un año de Cristina, Seguimos Construyendo una Patria para Todos", reunió a alrededor de 300 dirigentes distritales entre funcionarios, sindicalistas y líderes sociales para reflexionar "sobre lo actuado por el gobierno nacional y discutir cómo seguir apoyando a la Presidenta y profundizando el modelo de crecimiento con distribución".
De acuerdo con los organizadores del MUP, al final de la jornada se concluyó que "lo esencial para dicho apoyo es la formación de nuevos cuadros militantes y políticos que tengan calidad técnica y que entiendan el proyecto" del actual gobierno. Desde este punto de vista, los asistentes hicieron una autocrítica del "año problemático" que estuvo signado por el deseo desestabilizador de los sectores más concentrados que "ante el impedimento de construirse como alternativa" quisieron golpear al Gobierno con reclamos puntuales.
El acto en cuyo cierre debió estar el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el titular del Anses, Amado Boudou, fue finalmente clausurado por los dirigentes kirchneristas Federico Martelli y Esteban Concia. Sucedió que el evento se cruzó con la celebración oficial que se realizó en el Correo Central.
DESDE EL CORREO CENTRAL. La segunda gran celebración fue encabezada por el presidente del PJ, quien anoche encabezó un acto al que no sólo asistió gran parte del gabinete de Cristina Fernández, sino que contó con la amplia convocatoria de los aliados del Gobierno, de gremios y militantes de otros partidos como el intransigente, los socialistas, la democracia cristiana y los radicales K.
Emocionado por que el evento se hubiera realizado en el Correo Central, en donde su padre trabajó durante 42 años, Kirchner habló durante 40 minutos y no dejó tema sin tocar. Uno de sus tópicos preferidos, los medios, volvió a ocuparlo y les reclamó objetividad.
Desde el estrado que compartió con el gobernador Daniel Scioli, el presidente del PJ bonaerense, Alberto Balestrini, y los legisladores Miguel Angel Pichetto y Agustín Rossi, Kirchner habló sin tono beligerante del conflicto con los ruralistas y afirmó que "la (resolución) 125 era una ley que había sido pensada con antelación a la crisis, para solucionar lo que iba a venir, y hoy las cosas con ella estarían mucho mejor". Añadió que "la Presidenta y los diputados y senadores tendieron en su momento generosamente la 125 y fue rechazada con festejo por los pequeños y medianos productores". Y en obvia alusión a Julio Cobos agregó que "a nosotros no nos votaron para defender los proyectos de la oposición". Con respecto a las versiones sobre los vencimientos de deuda dijo que el gobierno de Cristina "va a pagar sus vencimientos como corresponde en 2009 2010 y 2011".
Finalmente frente al panorama electoral que se abre para el 2009, sostuvo que el oficialismo buscará "profundizar el proyecto nacional", para cuando pronosticó "una nueva victoria" electoral del kirchnerismo. Y desmintió tajantemente que vaya a ser candidato a diputado nacional el año que viene. “Ya dije que no, de dónde salió eso”, y luego atribuyó a algunos medios la generación de la falsa noticia.