Corrientes: La Fiesta Liberal

Corrientes: La Fiesta Liberal

La tutela de la casta superior, lleva la insignia y la estirpe del partido liberal, por tradición, por historia, que aún persiste en el día a día de nuestro siglo XXI, una paradoja social, que en parte explica nuestra peculiaridad y nuestra distinción. 

Es decir, somos correntinos y mal que nos pese, básicamente porque nuestra clase dirigente es liberal, por tanto los sectores populares y marginales, al tampoco tener por parte de las otras fuerzas políticas la posibilidad de dejar de ser la manada de crotos que solo quiere pertenecer, a como de lugar, a lo póstumo de la pirámide social, consolida el lazo feudal que galvaniza el sistema de castas que brilla tanto por lo cerrado de la clase pudiente, como por lo desbordante de la clase más baja.

Sí aún las palabras no se traducen en lo que ocurre en los hechos, observemos, desde lo analítico, que ocurre con nuestro carnaval oficial. 

Regenteado por un conspicuo dirigente liberal, que no pudo ser diputado provincial, obtuvo la explotación de la fiesta popular, mediante la mano de un ex funcionario de turismo provincial, que a su vez es director (o como se llame) de una de las comparsas más reconocidas, cómo si fuera poco, los jurados para la elección de la reina del carnaval, fueron un ex senador liberal y  una actual senadora nacional, del mismo partido, claro esta.

Entonces, sí el carnaval oficial, no es una fiesta partidocrática, díganme que es, no hace falta que presentemos nuestra ficha de filiación celeste para que nos den descuentos para los palcos vip, no hace falta, básicamente porque los liberales son muy pocos, que manejan mucho. Con esa misma lógica se apoderaron de una fiesta popular, como se apoderaron de los colores de nuestra virgen (raro que todavía no pidieron que dejen de llamarla la virgen morena a nuestra Señora de Itatí), como se apoderaron de nuestra historia (transformando a un feudal como Vidal en un estadista y las cautivas como heroínas, ) y como con muy pocos votos y mucha astucia, se apoderaron de tantas bancas legislativas y guetos de poder. 

A los liberales, no les interesa que Corrientes sea una sociedad abierta, no tanto por definición dogmática (en todo caso los liberales autóctonos contradicen los principios del liberalismo) sino más que nada por una razón pragmática, para no perder el manejo del poder social, político y económico que poseen desde hace tiempos inmemoriales, entienden muy bien, eso sí, las características culturales de nuestro pueblo, saben que los crotos, que cada vez son más, desean ser como ellos, y por tanto, hacen lo posible, porque no accedan a su círculo prestigioso, que ostentan en los medios de comunicación y en los diferentes actos sociales (fiestas de disfraces, casamientos, etc), es decir, en el caso del carnaval, prefieren las tribunas semivacías, que ningún turista participe, porque es una fiesta para pocos, es una fiesta para la gente bien, y para que los crotos, la escuchen por el boca a boca o lo miren por tv.

No hay que ser ingenuos y pedirles a los liberales que dejen de ser tales, es más, me animaría a decir, que si hubiera sido liberal me cagaría de risa de cómo me sostiene una provincia pobre, de cómo uso la Avenida Costanera para fabricar una empresa privada, sustentada por el erario público, para que no vaya nadie y para después decirles a mis amigos que elijan de reina a las hijas de mis amigos. Ni siquiera por lógica perversa, sino más que nada porque sabría, que el resto de la sociedad que pisoteo, no entiende de esto, lo único que quiere es ser liberal.

Pero como soy peronista, tengo que poner la mirada en mi partido e invitar al partido gobernante, el radical, que ponga las barbas en remojo, que se den cuenta, que mientras los dirigentes no liberales, discuten por un cargo en la municipalidad, o en la provincia, mientras compañeros y correligionarios, emprenden la carrera más nefasta de lamer más la bota al tenedor de la lapicera, para conseguir un conchabo en el estado, la verdadera batalla, la más importante, la seguimos perdiendo por escándalo.

La gente, el ciudadano, los votantes, no nos votan (a los peronistas) desde el ´73, entre tantas cosas, por esto mismo, la mayoría de nuestros dirigentes están en otra cosa, mientras al pueblo, nos refriegan en la cara que nos robaron el carnaval, y nadie dice nada, se pueden entender muchas cosas, reacomodamientos, estrategias y demás, pero que lo urgente no nos haga olvidar lo importante, que el árbol no nos tape el bosque y de paso, dejar testimonio también, a los astutos liberales, que no toda la esfera de la crotera queremos ser como ellos, existimos los que queremos otra provincia, y en alguna elección, vamos a dejar en claro que somos los más.   

Francisco Tomás González Cabañas
Escritor
www.franciscotgc.com.ar