"La Verdad que con este acto se demuestra, que obstáculos como las encuestas no tan altas, el poder autoritario y feudal de los Colombi, y tantas cosas que ocurrirán en el camino se pueden superar ampliamente en la candidatura de Ríos. Existe un antes y un después de esta convocatoria", analizaban desde el MUP, mientras el estadio de Alvear se iba poblando de cientos de compañeros de nutridas filas gremiales del interior provincial y de diferentes referentes.
El Senador Ríos contemplo en su palco sólo a los senadores del resto de las provincias que lo acompañaron, como así también a los intendentes y legisladores provinciales, en una actitud inteligente que no generó resquemores entre las diferentes fuerzas que lo acompañan en la presente gesta.
En su discurso dejó muy en claro que más allá de la existencia de internas, "en el peronismo no tenemos enemigos", arengando más tarde a los compañeros para que abran los corazones y dejen espacios a otros partidos, dado que sólo con el peronismo no alcanzará para llegar a la casa de gobierno.
Ríos, acompañado de la mística que hace tiempo no se observaba, se reservó las partes más duras de su discurso para criticar a los primos Colombi, que hicieron y hacen lo mismo "queriendo dirimir una disputa familiar en el seno de la sociedad".
En una noche estrellada, un nutrido grupo de militantes y simpatizantes con la insignia amarilla del MUP, se desconcentrada con la expectativa cierta de que esta vez, pueda ser la que marque el vuelco en la historia de la Provincia de Corrientes.