Tres ultrakirchneristas y un aliado del Gobierno pelean por la intendencia de la ciudad natal de la Presidenta. Aunque los cuatro son candidatos del Gobierno, en La Plata, la interna K está en llamas. Mientras que el mejor posicionado es el actual jefe comunal, Pablo Bruera, atrás se tiran filosos dardos Guillermo Justo Cháves, apadrinado por Randazzo, Esteban Concia, jóven cercano a La Cámpora y Guido "Kibo" Carlotto, hijo de la titular de Abuelas.
La guerra de afiches está declarada. Bruera, uno de los intendentes díscolos del conurbano, Cháves (director del Incap) y Concia, se enfrentarán en las primarias del 14 de agosto con la boleta oficial del FPV.
Carlotto jugará por afuera, con una lista de adhesión, aunque lleva una camiseta cristinista muy ajustada. En su escritorio hay una foto de la primera mandataria y asegura que, de los cuatro, fue el único bendecido por ella en una reunión en Casa Rosada.
"Cristina me explicó que por pedido de Daniel Scioli le tenían que dar a Bruera la boleta oficial y que prefería que yo lo enfrentara en octubre", relató a LA NACION.
Carlotto es tildado por el resto de los candidatos de "colgarse de las polleras de Cristina" y de "ser un apellido". "A ellos los mandaron a la interna, pero el 14 de agosto se van a su casa. A Cháves la Presidenta ni lo conocía, me preguntó quién era", respondió él.
El supuesto "desconocido" para la Presidenta es funcionario en el ministerio Interior y lleva una boleta encabezada por Cristina. "Hace ocho años trabajo con Randazzo. Somos los únicos representantes del modelo, no sólo un apellido", apuntó Cháves en diálogo con este medio.
Y agregó: "La verdaderas alternativas del kirchnerismo somos Bruera y yo. Carlotto compite contra él mismo. Hay algunos que se cuelgan de las polleras de Cristina y otros que somos la nueva generación política".
Pero si de "nueva generación" se trata, quien lleva ese sello es Concia, un jóven K cercano a La Cámpora, que fue asesor de la secretaría general de la Presidencia y que también logró la boleta oficialista.
"Carlotto no llega al 1,5% y opera con el apellido. Cháves va a quedar abajo nuestro. Somos nosotros la segunda fuerza en La Plata", aseguró a LA NACION este joven de 30 años. La agrupación K desembarcó en la ciudad cuando, en junio, inauguró un local con la presencia de Andrés Larroque y Juan Cabandié.
Mientras, Bruera prefiere guardarse las balas. El actual intendente platense le trajo dolores de cabeza a Cristina y a Scioli como parte del "grupo de los 8", el nucleamiento de jefes comunales que llegó a amenazar con pasar a la oposición. Cerca de las urnas, prefiere mantener el perfil bajo. "Para él la mejor campaña es hacer gestión", dijeron a LA NACION desde su espacio
"Adn K". El panorama platense varía según quién lo describa. "Hay candidatos formales y reales, Bruera es formal y yo soy el candidato real de Cristina. Ella me dijo que, como tengo imagen negativa cero y estoy creciendo, espera que en octubre le haga frente al bruerismo", señala Carlotto.
Por su parte, Cháves dispara: "Esto del adn K es absurdo. Le pregunto a Carlotto, ¿él piensa que puede ganar en octubre? Eso es hacer realismo mágico".
Más allá del "kirchnerómetro", en lo que sí coinciden los más cristinistas es en que Bruera "no defiende a la Casa Rosada". Al actual intendente los dardos no le llegan. Las encuestas lo dan primero, y se confía en mantener el poder en la ciudad en donde se conocieron Néstor y Cristina.
lanación.com (3/08/2011)