El MUP Esteban Echeverría realizó talleres de políticas de género y salud

El MUP Esteban Echeverría realizó talleres de políticas de género y salud

La regional que conduce el compañero Maximiliano Tshannen junto a la referente local de género, Romina Tshannen, organizó durante la última semana talleres en materia de salud y género, destinados a trabajar conjuntamente en la lucha contra enfermedades como el cáncer de cuello de útero y el dengue.

Maximiliano Tshannen, quien fuera precandidato a concejal en Almirante Brown en las PASO de agosto último, sostuvo que “Teniendo en cuenta que el cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte entre las mujeres, desde hace años venimos desarrollando espacios de debate para la prevención en los barrios”.

Por su parte, la referente de género, Romina Tshannen, se refirió a la experiencia: “Creemos que el contacto cara a cara, de boca en boca, es el mejor canal de comunicación para que los vecinos de Echeverría y la zona, puedan acceder a una correcta información, teniendo en cuanta que hoy las políticas públicas de acceso a la información nos permite llegar al territorio con material pedagógico que el Estado nacional produce, como cuadernillos y centros de atención tanto del Ministerio de Salud como de Desarrollo Social de la Nación”.

La familia, primera barrera contra el dengue

Para evitar la aparición de la enfermedad todos podemos colaborar eliminando los criaderos de mosquitos. El dengue es una enfermedad que sólo se trasmite a través de la picadura de mosquitos Aedes aegypti infectados. Aunque no existe vacuna para prevenirla, si entre todos eliminamos los criaderos de estos insectos, que se reproducen principalmente en las casas, podremos evitar la aparición de la enfermedad.

El dengue es una enfermedad endémica en gran cantidad de países de la Región de las Américas, lo que quiere decir que se encuentra presente durante todo el año desde hace mucho tiempo, como en el caso de Paraguay y Brasil. Pero en Argentina el dengue no tiene ese estatus. Aunque la tropicalización de algunas zonas del territorio nacional y el complejo escenario epidemiológico de los países vecinos –que tienen gran cantidad de casos, algunos de ellos fatales–, nos pone a prueba, es mucho lo que podemos hacer desde nuestras casas para detener su avance.

En 2003 y 2004, Argentina sufrió importantes brotes de dengue, pero fue en 2009 cuando nuestro país registró la peor epidemia de esta enfermedad con más de 26.000 personas afectadas y 5 fallecidos. Pero desde 2010 a hoy, a partir de la implementación del Plan Nacional de Prevención y Control del Dengue y la Fiebre Amarilla del Ministerio de Salud de la Nación –que establece las acciones que deben realizar cada uno de los estamentos del Estado y la propia comunidad–, se pudo dar una respuesta integral para prevenir, tratar y disminuir drásticamente el impacto de esta enfermedad.

Si bien es misión de la cartera sanitaria  asegurar la mejor respuesta posible en la atención a la población, las acciones que corresponden a la prevención del dengue en gran medida dependen de la labor de los ámbitos gubernamentales provinciales y locales, como así también de la responsabilidad que pueda asumir la ciudadanía, a partir de la información y las herramientas necesarias que el Estado les brinda.

Como no existen vacunas que prevengan el dengue, ni medicamentos que lo curen, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los  recipientes que contienen agua clara y quieta, tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.

Es que muchas veces, sin darnos cuenta tenemos esparcidos en nuestro espacio latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico, bidones cortados o hasta tapitas de gaseosas que pueden acumular agua y convertirse en criaderos de mosquitos, por lo cual es fundamental eliminarlos.  

En el caso de que no pueda prescindirse de alguno de estos elementos, debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta en el caso de los baldes, las palanganas y los tambores; o vaciándolos como en el caso de los portamacetas o bebederos. En cuanto a los tanques de agua es imprescindible que se encuentren tapados y en el caso de tener que recolectar agua para consumo en tachos o baldes, es necesario que también estén cubiertos.

Hay que tener en cuenta que la fumigación que realizan las autoridades cuando lo consideran pertinente, sólo elimina los mosquitos adultos que pueden trasmitir dengue, por lo que es fundamental el compromiso y responsabilidad de la comunidad para mantener el cuidado de sus domicilios y así poder disminuir la proliferación de larvas. Sin mosquitos, no hay dengue, y esa es una responsabilidad de todos.

http://www.msal.gov.ar/dengue/index.php?option=com_content&view=article&id=323:la-familia-primera-barrera-contra-el-dengue&catid=6:destacados-slide323

Cáncer de cuello de útero

¿Qué es?

 El cáncer de cuello de útero se produce por un crecimiento anormal de las células del cuello del útero. Es causado por algunos tipos de HPV (Virus de Papiloma Humano).

El HPV es un virus muy común que se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. En la mayoría de los casos, el virus desaparece solo. Pero si la infección persiste, puede producir lesiones que con los años pueden convertirse en cáncer.

¿Qué son las lesiones precancerosas en el cuello del útero?

Las lesiones precancerosas son alteraciones de las células causadas por los VPH oncogénicos. Se estima un promedio de 10 años de evolución desde las lesiones precancerosas hasta el cáncer.

Existen lesiones llamadas “de bajo grado”, y lesiones llamadas “de alto grado”. Se considera que recién a partir de las lesiones de alto grado existe la posibilidad de evolución a un cáncer.

¿Cuáles son los síntomas?

Las lesiones precancerosas y el cáncer en sus estadios tempranos generalmente no producen síntomas.

¿Se puede prevenir? ¿Qué es el Pap?

Sí. El cáncer de cuello de útero se puede prevenir mediante la realización del Papanicolaou, o PAP, que detecta posibles lesiones en el cuello del útero.

El PAP es una prueba sencilla que no produce dolor y dura sólo unos minutos. Se recomienda que se realicen un Pap todas las mujeres a partir de los 25 años, especialmente aquellas entre 35 y 64 años.Si durante dos años seguidos el resultado del PAP dio negativo, se recomienda hacer un PAP cada tres años.

Si el resultado del PAP es negativo, significa que no se detectaron lesiones en el cuello del útero. Las células están sanas.

Si el resultado del PAP es anormal o con alteraciones significa que hay algún tipo de lesión que hay que controlar y en caso que sea necesario, tratar.

El PAP se realiza en los centros de salud y hospitales de todo el país. ES GRATUITO.

¿Las lesiones precancerosas se pueden tratar?

Las lesiones de bajo grado en general no necesitan tratamiento. Se recomienda seguimiento con un PAP cada 6 meses.Para las lesiones de alto grado existen diferentes tipos de tratamiento. Debe consultarse con el médico cada caso particular.

Para más información ir al al Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino y al Instituto Nacional del Cáncer.

http://www.msal.gov.ar/index.php/component/content/article/48/131-cancer-de-cuello-de-utero