A 10 años de la inauguración del espacio de la memoria en la ex ESMA, seguimos exigiendo juicio y castigo a los culpables del genocidio llevado a cabo en este pueblo, no sólo a la cúpula militar, sino también a los cómplices civiles como corporaciones empresariales, eclesiásticas y mediáticas, quienes operaron como brazo intelectual del secuestro, tortura y desaparición de nuestras compañeras y compañeros, con el fin de instaurar una nueva matriz productiva y económica, lejos de los intereses de la clase trabajadora.
Parece que fue ayer cuando el MUP miraba tuerto a ese hombre desgarbado, que con sus manos nerviosas apretaba aquel atril desde donde dio ese memorable discurso. Ese día nos fuimos preguntándonos "quién es este tipo, cómo es posible que exista alguien así". Y fue a partir de ese día que tantos otros, como nosotros, decidimos volcarnos de lleno a este proyecto, porque nos había tocado el alma, nos había devuelto las esperanzas secuestradas por el neoliberalismo, y auguraba un proceso de recuperación del Estado desde la construcción codo a codo por una patria justa, libre y soberana.
Aquel 24 de marzo de 2004 Néstor mandó al jefe del Ejército a descolgar el cuadro del ex dictador Jorge Rafael Videla del Colegio Militar. Ese increíble hecho no sólo nos conmovió a nosotros, sino a los HIJOS e HIJAS, las ABUELAS y las MADRES, a todas las organizaciones del pueblo, y a partir de allí los genocidas que arrancaron tantas flores a este jardín, fueron juzgados y apresados. Esa política de reparación posibilitó florecer nuevamente la lucha, ahora sí encarnada en un proyecto nacional y popular del que estamos orgullosos de pertenecer y el que vamos a defender y profundizar día a día.
Es por eso que hoy exigimos juicio y castigo a los cómplices civiles de la más sangrienta dictadura que nuestro pueblo recuerde, y no lo hacemos desde la venganza que tanto exponen los francotiradores de la derecha, sino con alegría, esa misma que irradian los pañuelos blancos, la mirada tuerta de ese compañero que floreció en nosotros, y por supuesto en la incansable lucha de nuestra conductora, con la que militaremos codo a codo para seguir construyendo desde la unidad y la organización. Porque así lo habrían querido nuestros compañeros y compañeras que cayeron, porque así nos pide esa maravillosa música que seguiremos cantando y tocando con alegría en cada rincón de la patria.
30.000 MIL COMPAÑEROS, DETENIDOS, DESAPARECIDOS PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE