El MUP junto al dolor y la fuerza del pueblo de la Patria Grande

El MUP junto al dolor y la fuerza del pueblo de la Patria Grande

En la previa al viaje a Caracas de la comitiva nacional encabezada por CFK,  Federico Martelli prometió a la militancia llevar el abrazo de todas y todos los que formamos parte de este colectivo a la familia venezolana y del comandante. Fue así que voló primero a Lima en un complejo trasbordo, para aterrizar finalmente en suelo bolivariano. Caracas, según su twitter: “tranquila, triste, emocionada”.

Los que quedamos aquí, no podemos dejar de pensar en los que están allá, porque el sufrimiento es compartido, la lucha es la misma, el vigor por el cauce de la revolución de los pueblos de la América, es sencillamente similar.

Los pueblos de esta Patria sin fronteras que se extiende desde el río bravo hasta el estrecho de Magallanes, fuimos iluminados por esos fueguitos, diría Eduardo Galeano, que como San Martín, Bolivar, Tupac Amarú, el Che, Fidel, podemos estar orgullosos de seguir alimentando hoy en banderas como Chávez, Kirchner, Evo Morales, Correa, Pepe Mugica, Dilma Rouseff y nuestra compañera Cristina Fernández. Somos afortunados por ser contemporáneos a una lucha que fue propinada por esta marea de líderes que nos fueron marcando el camino de la liberación, de la resistencia al imperio y que sembraron la conciencia para que juntos podamos enterrar de a poco el neoliberalismo que nos hambreó y nos mantuvo aislados entre la maquinaria del entretenimiento privatizado- y la frivolidad del mensaje de la muerte de las ideologías.

Cultura unida y soberana de la patria sin fronteras decíamos, esa que supo encausar el comandante del socialismo siglo XXI, el que cada vez que se le ponía un objetivo para su pueblo y la extensa América, lo cumplía a rajatabla. Como el ALCA en Mar del Plata con la complicidad de Kirchner y Lula y un Evo que iba asomando. Chávez fue, es y será el puntapié de una página nueva de la historia, esa que sólo se da cada muchísimos años, décadas y hasta siglos.

Lo despedimos con la misma alegría y la misma promesa que despedimos a Néstor, la de redoblar el esfuerzo y la militancia por la justicia social. Le decimos hasta siempre comandante con el compromiso como pueblo de garantizar una transición pacífica y le pedimos a las huestes de la derecha mundial que respete las voces de las mayorías humildes y postergadas que hoy llora a su líder, como ocurriera con la compañera Cristina Fernández de Kirchner al partir Néstor

¡CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE!

¡Viva la revolución latinoamericana!

Unidos, organizados  y movilizados