El último viernes, ante más de 1000 compañeras y compañeros nucleados en UyO, el teatro selectro de la capital del vino, fue escenario de una jornada de reflexión y debate con dos paneles integrados por referentes políticos, funcionarios y candidatos nacionales, provinciales y municipales. Allí se repasaron los principales ejes y políticas del proyecto nacional y popular durante los últimos diez años, y se proyectaron desafíos para la próxima década.
El primer panel “ampliación de derechos en la década ganada: logros y desafíos”, contó con la participación del diputado nacional del FPV, Horacio Pietragalla; el diputado nacional del FPV por la provincia de Buenos Aires, Mario Oporto; Martín Aveiro, Intendente de Tunuyán y el director nacional de Derechos Humanos (Secretaría de Derechos Humanos de la Nación), Matías Moreno. En tanto, el segundo panel "Economía, producción y trabajo: nuevas metas de desarrollo con inclusión”, estuvo compuesto por Federico Martelli, secretario general del MUP y director de Comunicación en Red del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; Marcelo Barg, ministro de Agroindustria y Tecnología de la provincia de Mendoza; Santiago Fraschina, Coordinador del GEENAP y Jorge Tanús, presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Mendoza.
Intervención del secretario general del MUP, Federico Martelli:
F.M: “Estoy convencido que, pese a que estamos a pocos días de una elección trascendental a nivel nacional en la cual se va a definir la composición de la cámara de diputados y senadores para el período que viene, un período que va a estar signado por una fuerte disputa por la hegemonía política, en la que los sectores conservadores del establishment pretenden condicionar nuestro gobierno, pretenden ponerle condiciones a Cristina, pretenden ponernos de rodillas y, como bien planteó Cristina en el acto del 25 de mayo, pretenden instalar en la agenda de debate político público que las transformaciones del modelo económico, social y cultural de estos diez años tienen fecha de vencimiento el 10 de diciembre de 2015”.
“Sabemos que no es la primera vez que lo intentan, que en el 2005 cuando ya en la tendencia de este gobierno estaba marcada, cuando nosotros los militantes, pero sobre todo el estabilshment y las embajadas, sabíamos el rumbo de este proyecto, trataron de partirnos y terminamos dando un salto cualitativo con Cristina en la provincia de Buenos Aires, lo que consolidó la conducción del FpV, del peronismo y del Estado. Trataron de hacer lo mismo en el 2008, en medio de la resolución 125, en la que las patronales agrarias se conjugaron con otros intereses económicos para poner un límite a la política de transformación del proyecto nacional y popular. Lo intentaron en el 2009 cuando en la provincia de Buenos Aires un dirigente político sin militancia que tuvo que comprar los trajes de Perón en una subasta para decir que era peronista y que su mérito era decir que tenía un plan, le ganó a Néstor, y que inexplicablemente los militantes no podíamos entender esa derrota, viniendo de un líder que había reorganizado al país, que había puesto la economía al servicio de la producción, y la producción al servicio del empleo y el empleo al servicio de las personas, en síntesis, de haber encauzado los destinos de la patria”.
“Lo intentaron luego de la victoria de Cristina en el 2011con la organización de la corrida cambiaria, y ahora una vez más intentan a través de la construcción de un líder mediático y con asiento en la embajada norteamericana. Y nosotros por supuesto que encontramos dificultades electorales; siempre supimos que esta batalla no iba a ser sencilla. Encontramos dificultades en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, acá en Mendoza que también tienen un hombre elegido por el establishment y de las corporaciones. Pero estas cuestiones no nos desaniman ni nos ponen límite a la hora de desarrollar nuestra militancia y de expresar nuestro proyecto, porque todos los que estamos acá sufrimos las décadas pasadas. Algunos de los compañeros que están hoy aquí sufrieron la dictadura, otros la década de los ’90 y vimos cómo se desestructuraba el aparato productivo nacional y cómo nuestro futuro quedaba incierto. Como atravesamos esos 30 años de neoliberalismo, como nos curtimos, los desafíos de hoy no nos preocupan tanto, no nos asustan, por el contrario le ponemos el pecho y los militamos con ganas, porque tenemos la convicción de que nuestro es el futuro”.
“Me acuerdo de esa consigna de Perón que hoy para nosotros comienza a ser una realidad de que “la orientación de la patria no es obra de una sola generación”, por eso hay que ir haciendo el trasvasamiento generacional, y esa frase tiene mucho que ver con lo que nos dice Cristina: “yo no soy eterna “o “el futuro está en manos de ustedes”, o lo que nos decía Kirchner “donde no hay una escuela yo la puedo hacer en uno o dos años, el edificio se va a ver, el resultado se va a conseguir, la escuela va a estar ahí, pero conseguir calidad educativa es una problemática que nos va a costar 20 o 25 años”. Y es por eso que nos pedía a nosotros que nos hiciéramos cargo de éstos desafíos”.
“Por eso cuando arranqué diciendo que estamos a dos semanas de una elección trascendental, estos encuentros son tan importantes, porque el poder que ha construido nuestra presidenta y Néstor, basado en una orientación política clara, en un programa político absolutamente determinado, basado en la recuperación del Estado nacional como actor central de la toma de decisiones de la economía, la política, la cultura y la sociedad. Ese poder soberano constituido a partir del ejercicio del voto, tiene que empezar a dispersarse en todos nosotros, porque seremos nosotros los nuevos actores de la Argentina de los próximos 20 o 30 años”.
“Nosotros tenemos que empezar a formarnos, a pensar qué queremos para nuestro país. Cuando hablamos de los nuevos desafíos, es que tenemos nuevos desafíos a partir de haber resuelto los anteriores. Porque lo que hicimos hasta acá, los cinco millones de puestos de trabajo, los más de dos millones y medio de jubilaciones nuevas, etc. etc., son cosas que ya hicimos. Y la verdad es que la sociedad no se mueve por lo que uno hizo, sino por lo que uno plantea que va a hacer, y por supuesto que lo que uno hizo es la historia que uno trae, y la historia le da la autoridad política y ética para plantear lo que va a hacer. Por supuesto que estos diez años, que son una mochila hermosa que cargamos, nos da la autoridad política para plantearle a la sociedad que es lo que queremos hacer. A partir de ahí vamos a poder cimentar y vamos a lograr construir hegemonía política, que es lo que este modelo necesita para terminar de consolidarse”.
“Ningún país en el mundo, menos la Argentina ha logrado desarrollarse en apenas diez años, y en doscientos años de historia, éstos diez años pueden quedar como el puntapié inicial para un camino de cuarenta 0 cincuenta años de desarrollo nacional, o pueden quedar como una hermosa primavera si perdemos esta oportunidad y nuevamente caemos en el neoliberalismo, en la recetas de ajuste, de tercerización de la economía y de privatizaciones”.
“Por eso tenemos que empezar a pensar en tres o cuatro ejes centrales en los que nos tenemos que formar y ser actores protagónicos, y como dijo Mario Oporto, sobre todo a partir de la integración sudamericana. No puede haber proyecto nacional exitoso, ni crecimiento económico, ni distribución de la riqueza, si nosotros no tenemos un proyecto continental en el cual podamos conjugar las necesidades y aptitudes de cada uno de nuestros países (con el gas boliviano, la industria paulista, con el petróleo venezolano, con la agroindustria argentina, con la salida al pacífico y atlántico). Tenemos que necesariamente pensarnos como una sola nación sudamericana. Gran parte de lo que viene en el proyecto nacional es el desarrollo de la industria estratégica de base. Nosotros tenemos que convertirnos en una Nación en el marco de un continente que apueste centralmente al desarrollo industrial, que le dé a la agroindustria, a la industria aeroespacial, a la atómica, a la nanotecnología, a la industria de software, un lugar central a nuestro proyecto político, económico, social y cultural, y que la generación de valor y la distribución de ese valor, sean los pilares fundamentales de lo que viene, sino va a ser imposible seguir profundizando el modelo”.