Luego de una pequeña estadía en Chile y ciudades de la Argentina profunda. Volvió a Buenos Aires en 1952 y estudió un año con el maestro Emilio Pettoruti. Su primera exhibición de arte fue en 1957 junto a Juan Manuel Sánchez y Mario Mollari. Ellos y otros artistas como Juana Elena Diz, Raúl Lara Torrez -joven pintor de nacionalidad boliviana-, Pascual Di Bianco, Carlos Sessano, Esperilio Bute y Franco Venturi (desaparecido en 1976) fundaron el Grupo Espartaco (1959). El grupo Espartaco planteó la necesidad de un arte con raíces en el país y atento a las necesidades y luchas del pueblo trabajador.
El Grupo Espartaco estuvo influenciado por los muralistas mexicanos Orozco, Rivera y Tamayo, como así también por el ecuatoriano Guayasamín y el brasilero Portinari, pero adquirieron una personalidad propia, necesidad imprescindible de todo creador.
Carpani era obsesionado por las causas sociales y sus pinturas tienen claras temáticas como el desempleo, los trabajadores y los pobres, así como temas que responden al pensamiento nacional. Son fuertes, sólidas y de cortes claros, a menudo retratan a determinadas personas. Esta vocación de trabajo se refleja en sus ilustraciones del Martín Fierro, la epopeya mayor del gaucho argentino. Carpani expuso sus obras en varios países: México (1960), Roma (1960), Londres (1961), Río de Janeiro (1961), Estocolmo (1962). En 1961 Carpani y Di Bianco abandonan el grupo Espartaco, el cuál se disolvió en 1968 con una exposición.
En 1961 Ricardo Carpani desarrolló sus ideas ya expresadas en el manifiesto del Grupo Espartaco en un libro que tituló “Arte y Revolución en América Latina” editado por la Editorial Coyoacán, donde se publicaban las obras de la izquierda nacional. En esta obra expresa su visión sobre el papel de un artista en un país semicolonial: “El divorcio entre artista y sociedad, inherente a todo período histórico de transición y producto de la carencia de una base valorativa común, se ve agravado en nuestra época por el peculiar desarrollo del capitalismo. Éste, con su concepción individualista de los problemas del hombre y la exaltación de los valores de utilidad, ha tendido, desde su nacimiento mismo, a separar cada vez más al artista de la sociedad. La obra de arte dejó de ser un bien social para transformarse en mercancía. Perdió su carácter monumental y colectivo, dejando de estar en contacto directo con la comunidad, para pasar a ser el lujo de unos pocos”.
Ricardo Carpani fue la expresión artística de ese sindicalismo honesto y combativo, los volantes y documentos de la CGT de los Argentinos llevaban las ilustraciones de Carpani donde trabajadores de expresiones duras manifestaban toda su bronca y deseos de restituir la justicia perdida. En 1966 y 1969 viajó a Europa donde participó de muestras colectivas. En 1972 viajó al Chile socialista de Salvador Allende y a Cuba, para encuentros de artistas plásticos.
La revista Socialismo Nacional salió en octubre de 1972, escribían en ella: Ernesto Laclau, Doris Balestrini, María Inés Ratti y Ricardo Carpani, cuya impronta estética se aprecia en la portada del único número.
El carácter masivo del repudio peronista a la dictadura de los monopolios, expresado en las urnas el 11 de marzo de 1973; sus consecuencias pueden constituir, a partir del 25 de mayo el inicio de un nuevo período de aceleración y profundización de aquel proceso, incalculable en sus alcances. Pero si ese acto de repudio fue posible, y con él la esperanza actual en que una nueva y superior etapa llegue a consolidarse, no se debió al repentino descubrimiento, por parte de los generales de la entrega, de una insospechada vocación de respeto a las mayorías populares ni mucho menos a una espontánea intención de abandonar las palancas del poder que ejercen representando al imperialismo y sus socios nativos. A mediados de los ´70 Carpani, igual que otros artistas, escritores e intelectuales argentinos durante la dictadura cívico-militar, se autoexilió y se estableció en Madrid, España, donde fijó su residencia. Luego viajó por Europa, Estados Unidos, Cuba, México y Ecuador. Expuso, en forma individual, en Roma, Estocolmo, Hamburgo, Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid, Bilbao, Rotterdam y otras ciudades. También participó de muestras colectivas: “Museo Internacional de la Resistencia”, Madrid; “Arte y Solidaridad”, Museo D' Arte Moderna Di Ca' Pesaro (Venecia). En América Latina: en San Juan de Puerto Rico, La Habana -colectivas e individuales- y en Quito, una exposición antológica, en el Museo Augusto Rendón. Junto a otros artistas en la Comisión Argentina por la Defensa de los Derechos Humanos, denunció los crímenes de la dictadura para que los conociera el mundo.
Un año después de la reinstalación de la democracia en Argentina, Carpani retorna al país. Realiza exposiciones individuales en la Fundación Banco Patricios, así como en galerías privadas (La Cuadra, Van Eyck), en museos (Museo Municipal de Bellas Artes de La Plata, la emblemática "Carpani 1954-1994" en el Palais de Glace) y Salas Nacionales (Museo Provincial de San Luis). En el exterior realizó exposiciones en Caracas; La Paz y Cochabamba, en Bolivia. Produjo una serie espectacular de retratos (como los de Julio Cortázar y Roberto Arlt). También empezó una serie de trabajos que apuntarían a temas urbanos de Buenos Aires (el tango, los cafés y los barrios). Participa en varias muestras colectivas: "Abstracción y Figuración" organizada por MAM de Buenos Aires para la Galería Nacional de Praga, Checoslovaquia; "50 Años de Pintura Argentina: 1930/1980", Museo Municipal de Bellas Artes Castagnino de Rosario; "Los Pintores Evocan a Carlos Gardel " Galería Praxis, San Pablo (Brasil); "2da. Muestra de Arte Latinoamericano" en Lima (Perú); "Arte Argentino en las Décadas '20, '40 y '60" en el Museo Sívori; "La Semana del Tango" en el concejo deliberante; "Este es el MAM" y "El Grabado Social y Político en la Argentina del S. XX", ambas en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; "El Espíritu de Grecia" en el Palais de Glace y "El Ojo" en Casa FOA.
En 1996 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires. En una emisión del programa Atrapados en libertad de la radio La Voz de las Madres, decía Carpani: “Es indispensable que fijemos con precisión los verdaderos alcances que tiene para nosotros el término ‘nacional’. América Latina constituye una unidad nacional con características bien definidas. En efecto, a factores permanentes y determinantes por sí mismos de una nacionalidad -como son el hecho de poseer un territorio ininterrumpido en el que prácticamente se habla el mismo idioma (ya que el portugués y el español no ofrecen diferencias esenciales), poblado por razas afines y con un pasado histórico y cultural común- se unen otros factores de carácter actual, que imponen la necesidad de la unificación política de América Latina. Las distintas regiones o países latinoamericanos poseen problemas económicos, sociales y políticos análogos. Esta analogía está determinada por su sometimiento a un explotador común: el imperialismo. Y la liberación del yugo imperialista sólo será factible mediante una acción conjunta y unificada que permita contrarrestar en forma efectiva el poderío del opresor. Es por eso que nosotros, cada vez que hablemos de lo nacional, se entiende que lo hacemos en escala latinoamericana”.
Durante los '90 se publican sus libros: Carpani, con textos del Dr. Rafael Squirru y de Manuel Vicent; y Carpani: Gráfica política, con textos de Ernesto Laclau y Luis Felipe Noé. También realiza murales en ciudades del interior, en el Aeropuerto de Viedma y para la Casa Rosada. La compañera de Carpani, Doris Halpin, expresó sobre la labor del pintor que su tarea era expresar la dignidad de los trabajadores y desposeídos: “No trató de pintar los lados oscuros de la realidad: nunca pintó la tortura, ni al aldeano pobre y subsumido. Siempre pintó al hombre que está dispuesto a combatir, al hombre en lucha”. No mucho antes de su muerte Carpani hizo un gran retrato del revolucionario argentino-cubano Che Guevara, que actualmente está en la Plaza de la Cooperación en Rosario, a pocas cuadras del lugar donde nació el Che. Falleció en Buenos Aires el 9 de septiembre de 1997.
Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en el blog de Daniel Chiarenza)