Uno de los coordinadores de la muestra, Valentín Asprella, cuenta que durante la inauguración realizada este viernes” hubo mucha gente de todas las generaciones y era increíble ver como los padres se reencontraban con cada cosa, se ponían a jugar”. Le mostraban a los pibes los family game diciendo “Esto es lo que para vos es ahora la Play Station”, Se terminó dando lo que buscábamos, que sea una verdadera muestra interactiva y que los padres fueren lo que hacían la visita guiada de su infancia a los chicos. Les mostraban cosas que habían sido parte de su mundo y ahora forman parte de su recuerdo”.
La muestra cuanta con vitrinas donde se puede ver una colección de muñequitos Jack; la colección de He-Man y el avance de las consolas de juego. Además se armó una sala de juegos con un metegol a disposición del visitante. Según Lucas Concia, director del espacio Cultural Panorama, alo largo de toda la programación del centro” lo que nos interesa es trabajar el cruce de disciplinas para que la experiencia sea del orden de la experiencia. En este caso, el objetivo lo logramos por completo porque los elementos expuestos además de tener una importancia simbólica, efectivamente se pueden utilizar”.
La muestra surgió del deseo de reencontrarse con las cosas que en la infancia les dieron felicidad. Según Valentín, al principio “Surge como un divague, de una conversación de trasnochada. Pero cuando nos presentaron la propuesta, nos pareció que servía para retomar el tema de ala memoria desde un lugar más afectivo y alegre. Además, lo primero que hicimos fue contactarnos con los coleccionistas que tienen material que puede llegar a movilizar al espectador porque eligen con un criterio que va más allá del personal”.
Concia agrega que 2para todos los que tenesmo entre veinte y cuarenta años, los viejos juguetes de cada uno son un temas de conversación casi diario. Entre los grupos de amigos se suele decir “che te acordás de He-Man”, de Hijitus de este, del otro´. Se trata de pensar en las cosas que a uno lo hacían feliz durante la niñez.
El contacto con la Asociación de Coleccionistas fue fundamental para terminar de redondear la ida, según Asprella: “Encontramos mucho material del 85´en adelante cuando se empieza a considerar el coleccionismo a nivel vocacional como actividad. Todo lo que se previó se consiguió por la colaboración de particulares, de personas que se acercaban a partir de la convocatoria y aportaron lo suyo. Después de ver esto la gente se fue entusiasmada, seguro que en futuras ediciones irá creciendo mucho más”.
Durante el evento además hubo show de magia a cargo del Mago Pipo, pensando en un público netamente infantil, pero Asprella remarcó que lo que más lo sorprendió fue que en un momento el evento “parecía un cumpleaños de un nene de 5 años. Más
Allá de las vitrinas que tiene que ver con la memoria y la colección, la gente se prendió en recobrar el hábito de jugar que por ahí es lo más interesante de este esfuerzo. En la presentación usamos una frase de Nietszche que dice con otras palabras que el adulto consigue una madurez cuando juega como lo hacía de niño, con el mismo compromiso con el que lo hacía. La locura y la creatividad tienen que ver mucho con eso y poder recobrar el valor de lo lúdico es importante para incentivar estos aspectos”.
Muchas veses en los círculos de exhibición y en las galerías, ese aspecto lúdico de lo creativo parece ausente por la solemnidad con el que se muestran las obras y la necesidad de diferenciarse de otras propuestas. Más cuando el tema abordado es la memoria. Pero en este caso en palabras de Lucas Concia: “La nostalgia es lo que hace que nos acerquemos a los juguetes que usábamos. Pero lo más importante es el modo en el que uno vuelve a retomar sos campos de alegría”.
Publicado en Diagonales, el domingo 22 de agosto.