Federico Martelli expuso ante la comisión de Diputados que analiza el proyecto por Papel Prensa

Federico Martelli expuso ante la comisión de Diputados que analiza el proyecto por Papel Prensa

Buenas tardes. En primer lugar, quiero agradecer a las autoridades de la comisión por haberme invitado.  La verdad es que me pone muy contento poder exponer sobre una serie de ideas, sobre la necesidad de regular la producción y la venta de papel prensa para que en Argentina continuemos este proceso de democratización de la información y podamos construir un sistema de medios más democrático y más plural.

Mucho de lo que tenía pensado decir se vio reflejado en las exposiciones de quienes me precedieron en el uso de la palabra, sobre todo por el video que preparó Crónica. Creo que fue muy elocuente en cuanto a los números, marcando claramente el perjuicio económico que sufren los diarios que no tienen cupos, que no son socios de Papel Prensa. También me parece que mucho de lo que se puede decir va quedando claro día a día, domingo a domingo, en los informes que publica Miradas al Sur, Página/12 o los que salen por Canal 23 de Noticias o por Crónica, sobre el origen de Papel Prensa y la apropiación que dos empresas, La Nación y Clarín, hicieron de esas acciones durante la dictadura.

Se darán cuenta de que me tocó nacer en la dictadura, me tocó dar los primeros pasos en la dictadura militar. Nací en el año 79. En mi casa, de chico, si bien no fue una casa de militantes, siempre hubo una conciencia política sobre la necesidad de profundizar la democracia en nuestra sociedad. Pero también eran años donde había miedo, donde el “no te metás", "no preguntés", "no te involucrés

en política" eran frases corrientes, al igual que en muchas otras casas de argentinos que si no habían sufrido el terror de la dictadura ellos mismos la habían sufrido sus familiares o amigos.

Con respecto a este debate, en representación de una cooperativa de medios, en representación de mi militancia política y por la tarea que me toca desempeñaren el Ejecutivo Nacional, en defensa de la construcción de un sistema de medios plural y democrático, expreso mi total apoyo a esta ley que se impulsa desde el Ejecutivo.

Creemos necesario y fundamental que el Estado avance en la construcción de este sistema nuevo de medios en la Argentina. Se encuentra en este momento la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner frente a una importante delegación en la Asamblea Anual de la ONU, casualmente cuando se cumplen treinta años del informe MacBride, encargado a la Unesco, que planteaba “Un mundo, muchas voces", donde se ponía en tela de juicio la intervención del libre mercado en el sistema de medios en el mundo.

La Unesco señalaba: "La comunicación es un derecho fundamental para que los pueblos puedan desarrollarse económica, social, política y culturalmente. No hay desarrollo económico de la comunidad, no hay desarrollo social de una comunidad, si no hay participación de la comunidad en la construcción de su comunicación.”

Fíjense que eso lo decía el informe MacBride en 1980, y Papel Prensa nacía el 27 de septiembre del año 78. ¿Cómo un camino que iba a discutir la necesidad de un mundo multipolar en términos de comunicación, y otro camino que

era el del neoliberalismo -que entraba en América Latina iba a coartar esa discusión? La historia es conocida, y la saben algunos, sobre todo los que tienen que ver con la comunicación. Inglaterra, Estados Unidos, Singapur, se retiran de la Unesco, presionan, el neoliberalismo avanza en todo el mundo y esa discusión quedó vacante. 

El neoliberalismo avanzó en Argentina; la dictadura militar le entrega Papel Prensa al grupo Clarín y La Nación y, como señala García en el reportaje que le hace Marthineitz, se clausura el debate sobre los medios durante muchos años. Se clausura el debate sobre la vieja ley de radiodifusión de la dictadura, con amenazas, con aprietes; el debate sobre Papel Prensa nunca se dio en esta magnitud y de esta manera pública. 

Por supuesto que lo que nosotros decimos, los que estamos a favor de un medio democrático plural, siempre es tomado por la oposición o por los representantes políticos o económicos con pinzas, porque lo decimos nosotros. Por suerte tenemos el comunicado conjunto de la Nación y del grupo Clarín, que el 24 de agosto de este año dice: “quien controla el papel prensa controla la palabra escrita". Basta, no hay más discusión. Se trata de dos empresas acostumbradas a hacer y deshacer en materia de medios en Argentina, que se han quedado con el paquete de medios y de licencia más importante del país, que fueron comprando los cables y los diarios.

En una ciudad como Córdoba los cordobeses tienen que tolerar que los tres diarios de mayor circulación –el diario Clarín, La Voz del Interior y el diario Día a Día sean de la misma empresa. Los argentinos tenemos que tolerar que esa ecuación de poder dominante se extienda a todos los rubros de información. Creo que todo esto es lo que se está poniendo en debate. Se puso en debate con la nueva ley de Servicios Audiovisuales y se pone en debate con esta ley para que el papel prensa sea un insumo que se pueda distribuir por igual a todos los medios de la Argentina.

Me parece que es oportuno que esto lo escuchen los diputados del Congreso de la Nación. Y me pone muy contento tener a dos diputados presentes, como el diputado Gullo y Kunkel, a quienes respeto y admiro mucho, y me pone muy tristeno ver a la diputada Giudici.

La diputada Giudici consideró que este proceso es ilegítimo, que escuchar a los diarios del interior, a los diarios de Tucumán, a los diarios de La Pampa, a todos los diarios que integran Adiccra, es un proceso ilegítimo, que no corresponde; supuestamente esto es parte de una avanzada con saña, bronca y odio contra un grupo económico.

No me voy a quejar de lo que hizo Magnetto. Se hizo mención al libro de José Ignacio López –el hombre de Clarín- donde se relata como una proeza la acumulación de capital. La verdad es que el problema no es lo que hizo el grupo, el problema es que el Estado no supo poner límites, no supo regular. Un grupo periodístico económico determinado y los diputados –me hago cargo lo que digo- defienden a rajatabla sus intereses, algunos diciendo “somos todos Clarín”, como en algún momento se decía “Todos somos Aerolíneas” -cuando defendíamos a una empresa nacional, insignia de la Argentina.

Si los diputados que dicen "Somos todos Clarín" creen realmente que nosotros estamos simplemente trabajando para desarticular un monopolio, se equivocan. Nosotros estamos trabajando para construir un sistema de medios democrático y plural. No solamente porque queremos multiplicidad de voces para informarnos de distintas fuentes, sino porque estamos convencidos de que no hay desarrollo económico, desarrollo cultural y social si no se consolidan los medios que cuentan la historia de cada una de las comunidades.

 

Si no se consolidan los diarios de las capitales de provincia ni aquellos de los pueblos del interior, si no surgen nuevos medios de comunicación en el conurbano, quienes vivimos en esos lugares seguiremos leyendo nuestra vida contada por los diarios porteños.

Por eso, me parece que nos equivocamos si esto trata de reducirse a una supuesta pelea entre el gobierno y “Clarín”. Los diputados que valientemente aprobaron la ley de servicios de comunicación audiovisual tienen que avanzar decididamente en aprobar este proyecto de ley. Para eso cuentan con el respaldo de los mal llamados diarios chicos –a los que yo llamo pyme o micropyme-, y con el apoyo de la sociedad. Sepan que este es un camino que empezó con el fallo de la Corte Suprema que le permitió a la Radio Comunitaria La Ranchada de Córdoba tener la licencia en el año 2005.

Este camino siguió con los foros y con la aprobación de la ley, y no terminará cuando tengamos Papel Prensa para todos los diarios. Este camino tendrá que seguir cuando en algún momento podamos discutir una ley de financiamiento para los medios de comunicación con carácter social.

La comunicación es una herramienta central en la construcción de sentido, de valores humanos y políticos y en la educación de nuestros pibes, que pasan más tiempo frente a Internet y a la televisión que con la docente en el aula.

 Si la comunicación va a estar regulada únicamente por el mercado, si quienes pueden formar parte del sistema de medios son aquellos que complacen los intereses económicos, sociales y culturales del mercado, vamos a estar perdiendo la riqueza y la vitalidad que debe tener la comunicación en la Argentina, que tiene que cumplir un rol social, político, cultural y que necesita que invirtamos como Estado.

Subsidiamos el transporte, la energía y los alimentos. Es hora de que en la Argentina empecemos a darnos cuenta de que los medios de comunicación con fin social, esos medios que están en las provincias, en los asentamientos, en los barrios y en las villas, cumplen un papel central en la profundización de la democracia en la Argentina.

Este proyecto de ley que estamos discutiendo va en ese camino, y pido un compromiso también por parte de quienes no somos diputados de apoyar, estar en los foros, movilizarnos, acompañar a los diarios pyme y estar al lado de cada una de las iniciativas que mande la presidenta que vayan en función de la democratización del sistema de medios.

Pido disculpas por no puntualizar en datos o en cifras, pero ya los fueron dando. Yo les iba a contar un poco sobre el valor del papel y sobre el perjuicio ocasionado a lo largo de tantos años. Quizás escuchen eso de los gerentes comerciales de cada uno de los medios y ya muy bien lo expresó el video presentado por “Crónica”. Por eso, quería dejarles la parte conceptual de esto.

Estamos discutiendo la profundización de un modelo más democrático y plural de medios en la Argentina, y de este lado nos van a encontrar a todos los que cuando entramos en la carrera de Comunicación soñamos con un sistema de medios distinto. Alguna vez soñamos con ser una quinta parte de lo que fue Rodolfo Walsh, quien sabemos que nos inspira, y del cual esperamos poder seguir aprendiendo.