En lo que respecta a educación, este evento tiene una importancia fundante. Las culturas de los pueblos originarios ha sido devastada y desmerecida históricamente. El sistema educativo argentino hace agua aun en lo que se refiere a los pueblos y comunidades indígenas. La educación oficial hoy en Argentina está concebida y practicada bajo una racionalidad occidental y blanca. La acción educativa viene acompañada de un sin número de signo y códigos que se dan por entendidos \’entre iguales\’. Cuando el educador y el educando pertenecen a culturas diferentes, el desentendimiento, la falta de interés, el avasallamiento cultural se hacen presentes en mayor o menor medida.

Si bien en Argentina las discusiones entre los Normalistas, los anarquistas y aquellos que bregaban por una educación democrática datan de principios de siglo XX, recién con la Educación Popular de los \’60 se procede a un esclarecimiento de la actividad educativa en este sentido. En ese momento se procedió a alejarse del sistema educativo por entender que desde el estado no se podía ejercer una educación respetuosa y políticamente popular. En los 90, nuevamente la discusión sobre la educación oficial se cubre de iniciativa con tintes de la educación popular.

Nuestro criterio ha sido concreto. No es posible instar a una persona para que se forme si se le niegan sus costumbres y su cosmovisión de la naturaleza. Políticamente, la secretaria de Educación ha venido dando varios pasos en este sentido. Los cursos en Formación Profesional están acompañados de un bagaje cultural acorde a los destinatarios. El habla del qhiswa (fonéticamente como quechua) está presente en los educadores del Centro Barrial en los curso de Carpintería. Esto hace a un reconocimiento fundante de la educación de un oficio. Que a su vez tiene también orígenes ancestrales. En el acto de cierre se anunció la reapertura del curso de Informática y los talleres de Alfabetización bajo los mismos criterios.

La importancia cultural hace al reconocimiento de las personas y la posibilidad de estos de educarse, no como quechua con racionalidad blanca, sino como qhiswa-aymara en una sociedad de iguales.

Secretaria de Educación