El próximo sábado 9 de junio, se cumplirán 56 años de los asesinatos de compañeros militantes perpetrados por el odio de los sectores más reaccionarios de la patria. Recordemos que un 9 de junio pero de 1956, se produjo un levantamiento cívico-militar liderado por el general Juan José Valle contra la dictadura militar de Aramburu, Rojas y Lonardi. A modo de escarmiento, la Libertadora dispuso el fusilamiento de los insurrectos. El saldo fue de veintisiete civiles y militares ejecutados en los basurales de José León Suárez (San Martín, provincia de Buenos Aires).
Tanto militares como civiles, habían comenzado un año antes a conformar una estructura desestabilizadora contra el gobierno democrático de Juan D. Perón y el pueblo identificado con la causa democrática.
Los que hoy instigan a la fractura de la patria, son los mismos que desde antaño atentan contra la organización y valores de los sectores populares. Sus prácticas elitistas como las transacciones en dólares (que sólo completan el 11% de la población nacional), el entreguismo imperial financiero y mediático, siguen impulsando el odio visceral contra los pilares de un Estado que reconfigura la idea de independencia económica, justicia social y soberanía política y que desde hace 9 años asumió el rol de redistribuir la riqueza entre los 40 millones de argentinos y argentinas
Habrá violencia reaccionaria
Hasta que pueda ser derrotada
Por la violencia revolucionaria.
O dictadura del privilegio o liberación nacional
John W. Cooke