HACIA UN PERONISMO PROTAGONISTA EN LA CIUDAD

HACIA UN PERONISMO PROTAGONISTA EN LA CIUDAD

Lo primero que debemos analizar son los dos modelos que existen dentro del Partido Justicialista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿En qué se diferencian los dos  sectores en pugna del justicialismo de la ciudad de Buenos Aires? (En referencia al sector de Víctor Santa María-actual oficialismo-, y el PJ de  Carlos Tomada, actual Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, que a principios de mes realizó su lanzamiento en nuestra sede nacional).

Luis Pilo Díaz: Por un lado, la conducción del  Partido Justicialista no profundiza las diferencias con los sectores  responsables de haber llevado adelante  políticas neoliberales,  sobre todo con el gobierno de la ciudad al frente de Mauricio Macri y su política antipopular. Su máxima aspiración pareciera que es la de acompañar ciertas medidas del gobierno nacional, de carácter pasivo, en el mejor de los casos. Por lo tanto, cambiar el enfoque deviene de una mirada transformadora latinoamericanista, con el eje puesto en los centros transformadores de la historia, hegemonizados por los sectores    obreros, estudiantiles y un movimiento social en sus más vastas formas de organización. Y ahí identificamos al Tomadismo, una corriente peronista que  representa la transformación  del justicialismo, que recupera su carácter revolucionario, democrático, participativo y movimientista. No olvidemos que el peronismo nació y se desarrolló antiimperialista y  frentista por aquello de “Braden o Perón”; inspiró a las mejores tradiciones de lucha (la resistencia, el luche y vuelve. Etc.)  y protagonizó los grandes cambios en favor del pueblo”.

El justicialismo de la capital debe retomar la senda del protagonismo e impulsar decisivamente las transformaciones que faltan, y eso significa un salto hacia adelante, de pensar en un partido que convoque a las mayorías, adaptando su política y estructura para dar respuestas a esas tareas pendientes.

En primer lugar debemos profundizar la disputa de la ciudad al macrismo para que sea más inclusiva, para que acompañe al contexto nacional y regional.

Sería imposible  avanzar sin un partido justicialista que no  palpite a través de cada elección universitaria, que protagonice los cambios en el movimiento obrero, interpelando con más democracia  y desterrando  practicas personalistas y conciliadoras; que palpite en las barriadas populares  en sus clubes y  en las villas, proponiendo el ingreso a la vivienda digna y promoviendo la industria  nacional y el control a las grandes multinacionales formadoras de precios en las cámaras de comercio barriales.

Esta gigantesca tarea es imposible de realizarla si el partido no incorpora a los mejores hijos e hijas del pueblo, a los mejores exponentes del trabajo-sindicatos, gremios, cooperativas, etc.-, la educación, la cultura y el deporte.

En síntesis, estamos hablando de una organización  de masas que se organice en todos los ámbitos, a partir de recuperar la utopía de todos los que nos precedieron en la construcción del movimiento nacional. El partido debería ser el que sintetice toda esa experiencia con el aporte del ingenio y lucha popular, de nuestra historia, de las tradiciones revolucionarias.

Hay que atreverse a soñar y a materializar esos sueños en políticas de gestión de unidad; ese es el único camino que hará posible una ciudad de cara a Latinoamérica. Debemos reconocernos fuertes para torcer la historia que nos dicta el imperio.

Por todo eso debemos tener una actitud protagónica y sin fisuras con el proyecto nacional, en palabras de Evita “el peronismo será revolucionario o no será”.

Pilo Díaz, secretario gral. del MUP Capital Federal