La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó la inauguración de la Universidad Aeroportuaria de Ezeiza, donde afirmó que “es necesario inculcarles nuevas vocaciones a los chicos que permitan que Argentina siga creciendo”, y llamó a lograr la meta de que haya “un estudiante de ingeniería cada cuatro mil habitantes”.
“Lo primero es lo primero, muchas gracias a todos los hombres y mujeres del partido de Ezeiza por el apoyo no a un gobierno o a una presidenta, sino a un proyecto de país y de nación que ha permitido renacer de nuestras propias cenizas a todos los argentinos”, dijo la mandataria al comenzar su alocución.
Ante cientos de militantes y vecinos, Cristina recordó que en ese edificio “en este lugar estaba una de las escuelas de enfermería que fundó Eva Duarte de Perón y que fue modelo en el país”. La flamante Universidad provincial, creada a través de la Ley Provincial Nº 14.006, ofrecerá un lugar de formación y producción de conocimiento científico, cultural y tecnológico en la zona sur del Gran Buenos Aires, para brindar igualdad de oportunidades e incentivar las actividades económicas y profesionales de la región.
La obra del edificio de la Universidad Aeroportuaria de Ezeiza consistió en la restauración, puesta en valor y refuncionalización del edificio de los antiguos consultorios externos del hospital interzonal de Ezeiza. “Hoy venimos a inaugurar en esta Argentina que sigue creciendo, una universidad para que los hijos e hijas de Ezeiza tengan la posibilidad de acceder a carreras de estudio terciario y superior.
El próximo paso es un compromiso, y será tornar en nacional esta universidad para que sus títulos tengan validez en todo el país”, sostuvo. Cristina destacó que la universidad se construyó con una inversión del Estado nacional de siete millones y medio de pesos, y con el “buen gusto de Dulce Granados”, la diputada y esposa del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados.
La Presidenta se permitió bromear y afirmó que Dulce Granados tendrá su “respaldo” para que sea la próxima intendenta de Ezeiza, lo que despertó risas en el escenario y una ovación desde la platea. “Obviamente respetando la vocación de todos, es importante también orientar la vocación hacia aquellas carreras que tengan salida laboral. Son clave las carreras de ingeniería: para que tengan una idea, en China cada dos mil chinos hay uno que estudia ingeniería.
En Alemania, uno cada 2.300. En nuestro país, en 2003 se graduaba un ingeniero cada ocho mil, y pasamos hoy a un ingeniero cada 6.700, pero la meta tiene que ser un ingeniero por cada cuatro mil habitantes”, señaló. En ese sentido, consideró que “es necesario inculcarles estas nuevas vocaciones a los chicos, son las carreras que tienen futuro y que van a permitir que la Argentina siga creciendo, con nuestra industria”.
La Presidenta agradeció que hayan denominado Néstor Kirchner al Aula Magna de la flamante casa de estudios, aseveró que “él se lo merece” y manifestó que cuando ve “a un jubilado que se cuelga un prendedor con la imagen de él, o un pibe que tiene un tatuaje del eternauta, o que me muestra la foto que se sacó junto a él, siento que más allá de todo el dolor, él se ganó la memoria de un pueblo y eso es lo que importa más allá de todo”.
Tras finalizar el acto, Cristina se acercó a uno de los laterales del escenario para saludar a los vecinos y militantes presentes, y dialogó con los alumnos abanderados de escuelas públicas primarias de Ezeiza.