“Hemos dado un gigantesco paso contra la doble moral y la hipocresía”, aseguró Cristina Fernández

“Hemos dado un gigantesco paso contra la doble moral y la hipocresía”, aseguró Cristina Fernández

La presidenta Cristina Fernández encabezó esta tarde el acto de firma del decreto a través del cual se establece la prohibición de avisos que promuevan la oferta sexual en medios de comunicación. Además, la norma crea en el ámbito del Ministerio de Justicia la Oficina de Monitoreo de Avisos de Oferta de Comercio Sexual.

La Presidenta afirmó que “con la firma de este decreto hemos dado un gigantesco paso no solamente en la lucha contra la trata de personas, sino también contra la discriminación”. “La oferta sexual no solamente es un vehiculo para la comisión del delito de trata de personas, sino que es una profunda discriminación hacia la condición de mujer como tal”, enfatizó.

Informó que “desde la sanción de la ley (de combate a la trata de personas) en 2008 hemos rescatado 2.221 personas, de las cuales 1.044 personas han sido en los últimos cinco meses”.

Por otra parte, la jefa de Estado consideró que con la sanción del decreto “hemos dado un gigantesco paso contra la doble moral y la hipocresía que reina en algunos sectores sobre esta cuestión que aflige a la inmensa mayoría de los argentinos”. En ese sentido, destacó que la versión periodística sobre críticas norteamericanas a la actitud del gobierno en el tema “mereció una aclaración de las autoridades de Estados Unidos, destacando el fantástico avance que la Argentina había hecho en la lucha contra la trata de personas”.

Aseguró que “lo que más impacta es como se aborda en informes periodísticos el problema de la trata de personas; y luego en esos mismos diarios en el rubro 59 está la oferta sexual que le deja pingües ganancias a las empresas periodísticas”. “No se puede en las primeras páginas de los periódicos exigir al gobierno lucha contra la trata de personas y luego en las páginas comerciales poner los avisos donde se vehiculiza la más aberrante humillación de la condición femenina”, subrayó.

Cristina Fernández consideró que “esta es una de las tantas discriminaciones de la mujer, no la única, pero sí la más humillante”. “Esto no es una condena a esas mujeres, sino a los medios y a los que lucran con esta situación. Jamás vamos a condenar a las mujeres, porque en la mayoría de los casos no creo que puedan elegir la vida que tienen”, remarcó.

La Presidenta señaló las mujeres son “siempre discriminadas”. “Yo en 9 meses pasé de ser títere de doble comando, a deprimida crónica medicada, y ahora a autoritaria rebañadora de cabezas de utópicos candidatos”, aseguró. Y consideró que los que dicen eso “nunca entendieron lo que es la tristeza de perder a una de las tres personas que más he querido. Y nunca entenderán que tenemos la fortaleza como mujeres de hacernos cargo de las responsabilidades que nos tocan, en el momento en que nos tocan”.

Por último, la Presidenta agradeció “a todas las mujeres, a todas las ONG, las profesionales, los las artistas y los artistas, que han colaborado tanto en esta lucha que es una lucha de toda la sociedad. Y que es una lucha muchas veces desigual, porque se lucha contra redes internacionales”. “El compromiso de Argentina es con todo y a fondo. Esta norma es un testimonio más de esa voluntad que tenemos contra la trata de personas, porque hace a la condición humana y lo vemos como un derecho humano inalienable e imprescriptible”, aseveró.

Durante el acto realizado en el Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario de la Casa de Gobierno, la jefa de Estado estuvo acompañada por el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

Bajo la órbita del Ministerio de Justicia ya funciona la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, que recibe denuncias las 24 horas los 365 días del año. Psicólogos, trabajadores sociales y abogados acompañan a las víctimas desde el rescate o su escape del lugar de explotación.