La ilegalidad del aborto es una rémora del pasado

La ilegalidad del aborto es una rémora del pasado

Por otro lado se planteó la necesidad de enlazar los derechos sexuales y reproductivos, y en particular el derecho al aborto, con el ideario del conjunto de los derechos humanos; entendiendo que si bien es un tema que concierne de manera directa a las mujeres, en realidad nos atañe e interpela a toda la sociedad. Obviamente que la meta principal estuvo y está orientada a lograr el cambio de ley, que se concretizó en el proyecto que prevé la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, que se presentó en el año 2012, por cuarta vez, con la firma de 60 legisladores/as de un amplio arco político, casi sin precedentes en ningún otro tipo de legislación que se haya debate con anterioridad. 

El contexto de ampliación de derechos de estos últimos diez años, nos permite imaginar un futuro más inclusivo, redistributivo y con mayor igualdad. Una democracia que se permite rediseñar la estructura legal para incluir nuevos modos de familia, nuevas conformaciones de subjetividades e identidades, que se anima a reformular la circulación de la palabra pública, enfrentando intereses corporativos altamente concentrados, que discute el rol  fundamental del Estado y la política, muestra de manera cabal como el horizonte de expectativas sociales, económicas, políticas y culturales se ha ensanchado.  

Por eso es que hoy también se habla del tema del aborto en voz alta. Por eso es que podemos afirmar que en estos años se ha producido una despenalización social, que permite reclamar con mucha fuerza el cambio de ley, pero que también posibilita que las mujeres cotidianamente cuando deciden interrumpir un embarazo lo hagan en condiciones subjetivas y objetivas mucho más favorables a lo que ocurría una década atrás. 

A ocho años de Campaña podemos afirmar que la gran mayoría de los objetivos propuestos han sido ampliamente cumplidos. Hoy el debate del aborto ha traspasado las fronteras de las organizaciones que dieron origen a esta discusión y es ya un tema que está en la agenda pública. Por más que las fuerzas contrarias usen un discurso efectista y demagógico respecto a la supuesta "defensa de la vida", esto no ha imposibilitado que el tratamiento del tema se haga desde la búsqueda de una profundidad en el debate, con reconocimiento de su complejidad y dando cuenta de una problemática que es necesario abordar. 

Las personas y diferentes colectivos que abrazamos la causa del derecho al aborto tenemos acercamientos y apoyamos desde la diversidad y con énfasis variados en la fundamentación. Hay quienes ponen el centro en la cuestión del problema de salud y la necesidad de reducir la mortalidad por gestación; están también  los argumentos basados en razón de la justicia social, que toma en cuenta que son justamente las mujeres de los sectores populares más postergados las más afectadas por su ilegalidad. Para otras el centro del debate está en la autonomía y el derecho de las mujeres a decidir sobre el propio cuerpo. Todos estos fundamentos confluyen para aportar a una discusión que tiene pendiente y como deuda el Congreso de la Nación. 

Estela Díaz

Secretaria de Género CTA