La llamada crisis financiera global

La llamada crisis financiera global

 

La burbuja hipotecaria

 

La burbuja hipotecaria en el mercado de la vivienda se va produciendo a partir de que se otorgan créditos a personas (incluso sin capacidad de pago por eso Subprime, Basura, Tóxicos, de Alto Riesgo, etc.); estos créditos hipotecarios luego se reúnen y arman paquetes que se transforman luego en bonos, que se comercializan en el mercado financiero de bonos, y con el dinero obtenido se otorgan más créditos hipotecarios. Ejemplo, 100 dólares con respaldo real en viviendas se convertían, a través de la magia especulativa financiera de bonos, en 2000 dólares de créditos con respaldo solo en papel-bonos. Una burbuja hipotecaria ficticia 19 veces superior al respaldo real se ha creado, de 2000 solo 100 tiene respaldo real, 1900 es ficticio. Estos bonos, instrumentos financieros sin respaldo real, quedan en manos de la banca de inversión que los genera y hace circular en el mercado financiero.

 

La burbuja hipotecaria es posible estructuralmente por la política de tasas de interés bajas (1%) de la Reserva Federal conducida por Alan Greenspan, amo y señor de Wall Street y las finanzas globales angloamericanas. Tasas bajas que inhiben el ahorro, en una sociedad que culturalmente vive del crédito (85%) y esta conducida al consumo compulsivo por la Visión Neoliberal dominante desde 1982, y que la caída del Muro de Berlín de 1989 y el consenso de Washington lanzan sin freno.

La baja tasa de interés, sumada a la desregulación del sistema financiero y al desarrollo de la banca de inversión, todas en un contexto ideológico-cultural neoliberal, son las claves fundamentales de la expansión de las redes financieras globales y su control sobre los diferentes momentos de la economía.

 

 

Política económica, lucha y correlación de fuerzas

 

Esta política de baja tasa de interés permitió también, sobre-apalancar (potenciar con instrumentos ficticios) la economía norteamericana para mantener su crecimiento (a través de la industria de la construcción de viviendas y anexos). Crecimiento que se vio afectado gravemente luego de la crisis generada con el estallido de la burbuja de las punto.com (empresas de servicios por Internet) y la llamada “caída” de las Torres Gemelas en septiembre de 2001.

 

Al mismo tiempo, el creciente déficit comercial y fiscal norteamericano (a través del cual se sostiene el crecimiento económico, el financiamiento del complejo industrial-militar del Pentágono y la política militarista de los intereses americanos-Bush) se cubre con emisión de deuda, que a su vez, potencia el complejo especulativo de la red financiera global.

 

En febrero de 2006, “cae” Alan Greenspan de la Reserva Federal y suben a Ben Bernanke. Además, ese mismo año sube Henry Paulson –máximo ejecutivo de la banca de inversión Goldman Sachs- al frente del Tesoro (ministerio de economía) y cae John Snow (una movida al interior de la línea americana consolidándose su ala financiera de banca de inversión).             Esto indica que otro grupo de actores financieros logra sumarse al espacio de la Reserva Federal para ser parte en las decisiones político-monetarias. Cambia la correlación de fuerzas entre fracciones financieras en el núcleo del poder financiero global.

 

Con Bernanke cambia la política de tasas de interés, la lleva del 4% al 5,25% golpeando directamente en la burbuja inmobiliaria y a partir de esta al sistema financiero. La golpea en el punto donde la masa de personas sin capacidad de pago, que había recibido créditos hipotecarios al 1%, no puede pagarlos al 5,25% (ahora si subprime, basura, tóxicos, malos, etc.). Con una tasa de interés  al 5,25%, y manteniéndola a pesar de la quiebra de dos fondos de la banca de inversión Bears Stearn, hace estallar la burbuja inmobiliaria, negocio controlado principalmente por la fracción de capital financiero angloamericano.

 

El debate-discusión, en el plano de la lucha de ideas, acerca del nivel de la tasa de interés, es la forma como aparece la puja de intereses entre fracciones de capital financiero que se desarrolla en el corazón mismo de los Estados Unidos.

La guerra entre las dos fracciones de capital financiero genero un proceso de acumulación con centralización de capitales, que realimentaba constantemente una burbuja económica global, no solo financiera, oxigenada por las bajísimas tasas de interés.

 

Mientras Bush financiaba con déficit fiscal y baja en los impuestos la expansión de la sobrecalentada economía norteamericana, y a la vez las guerras de Irak y Afganistán servían para sobre-financiar el complejo industrial militar del pentágono (núcleo financiero industrialista estadounidense), los sectores financieros del proyecto globalista angloamericano hacían de la deuda creciente una burbuja especulativa que les daba fabulosas ganancias. Los intereses financieros contrapuestos potenciaron, ambos por diferentes intereses, la burbuja económico financiera.   

                           

La decisión de la nueva autoridad político-monetaria de hacer entrar en crisis (mediante la nueva política de la tasa de interés) los instrumentos financieros engendrados desde 1982 por las redes financieras transnacionales, termina con varios gigantes de Wall Street, protagonistas de la globalización neoliberal.

 

 

La caída del Lehman Brothers

 

La acción que define, profundiza y generaliza la crisis financiera es la decisión de Henry Paulson (Secretario del Tesoro) de dejar caer el 15 de septiembre de 2008 al Lehman Brothers, una de las mayores bancas financieras de inversión y parte de la red del Citigroup (donde tenía 138.000 millones de dólares).

La caída del Lehman paralizó el sistema financiero global, “rompió la moneda” y acabó con el crédito, dijeron desde adentro.

 

Meses antes habían caído el Bear Stearn y el Merryll Linch, que fueron inmediatamente adquiridos a precios de oferta (10% de su valor) y con el apoyo financiero de la Reserva Federal, por el JPMorgan y el Bank of América (BofA) respectivamente.                

Este proceso de centralización forzado permite un salto de escala impresionante para estas entidades con poca presencia global en términos relativos, pero con fuerte desarrollo al interior de los EEUU, asociadas al antiguo complejo industrial-militar y a los grandes laboratorios norteamericanos, cuyos cuadros forman parte, a su vez, de la cúpula del partido republicano. Es decir, constituyen las naves insignia de la fracción de capitales financieros americanos.       

 

Con la generalización de la crisis, se pone en marcha la transición hacia un nuevo orden global.

 

 

Crisis y transición

 

Para ello, los intereses expresados en las mediaciones político-institucionales desarrollan políticas públicas orientadas a transitar hacia determinada dirección estratégica.

 

En este sentido, Paulson lleva adelante el plan de la línea de intereses financiera americana, que contiene dos objetivos fundamentales:

1- la eliminación de la banca de inversión creada y controlada por la Red Angloamericana como instrumento financiero y

2- la disposición de 700.000 millones de dólares para comprar activos tóxicos de las entidades financieras, favoreciendo determinado proceso de centralización, es decir adquisiciones por parte del JPMorgan y el BofAmerica.

 

El plan Paulson de salvataje no viene a salvar la “crisis”, como quedo demostrado con una nueva caída en todas las bolsas y la permanencia absoluta de un estado de iliquidez total (falta de dinero circulante). Lo que asegura el gobierno norteamericano es salvar a algunos grandes bancos mediante la compra de la “deuda mala” que poseen, favoreciendo determinadas fusiones y adquisiciones. De ninguna manera se pretendía con el mismo salvar al “sistema financiero” en su conjunto, dominado globalmente por la banca angloamericana.

 

Como contraofensiva al Plan de Paúl son, se despliega otro plan desde el cerebro del sistema financiero mundial, Londres, para estabilizar y salvar sistémicamente a las finanzas globales. Gordon Brown, el primer ministro Británico, ligado al grupo financiero Lloyd’s TBS, fue su portavoz.                     

El Plan Brown puso en práctica una nacionalización parcial y temporaria de las entidades en problema inyectando capital en los bancos a cambio de acciones, dando lugar a lo que se denomina “inyección patrimonial”, que en vez de comprar “deuda mala” (securities respaldados en hipotecas tóxicas) que no resuelve el problema de liquidez de los bancos (falta de dinero) y que obliga a las entidades en problemas a desprenderse de activos (valores en propiedades) para pagar deudas, haciendo bajar aún más el precio de los mismos y, por lo tanto, achicando su patrimonio –lo cual hace bajar el precio de las entidades para ser compradas-, en cambio el gobierno británico proporcionó capital a cambio de parte de las acciones preferidas de las empresas. En pocas palabras, el gobierno británico se dispone a otorgar todo el dinero necesario a las entidades financieras para capitalizarlas, y frenar su caída.

 

En este escenario, el gobierno de EEUU también debe adoptar a su pesar, la medida de la nacionalización parcial de la banca (sin derecho a lugar en el directorio), ya que de lo contrario la crisis se profundizaría particularmente en territorio estadounidense, quedando relativamente aislado del resto del mundo.

A partir de aquí se abre un nuevo momento de la crisis, produciéndose el pasaje de la crisis financiera internacional a la crisis económica global.

 

   

 

Los 3 momentos en el desarrollo de la transición de la crisis

 

A partir de la crisis de 1988 y definidamente a partir de 1991 la fracción dominante fue la angloamericana (cuyas naves insignia son el Citibank, el HSBC y el Lloyd’s). El proyecto estratégico globalista financiero neoliberal, conocido mundialmente como proceso de “globalización”, se impuso como dominante dando lugar al desarrollo acelerado de las redes financieras transnacionales; la aceleración de la crisis de la soberanía del estado nacional y el desarrollo de formas de soberanía global tendientes a la conformación del Estado-Red Global, el desarrollo de fuerzas armadas y fuerzas especiales globales, el desarrollo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como instrumento fundamental de la conquista del libre comercio global y la promoción de áreas de libre comercio regionales y el rol del FMI y el Banco como instrumentos de formación de cuadros, instrumentación de políticas y financiamiento global.  

 

En 1999, en la gestión demócrata de Bill Clinton y con Robert Rubin como Ministro de Economía –luego número dos del Citigroup—, se aprobó la ley de Modernización de los Servicios Financieros, con la cual los bancos, los fondos de inversión, las aseguradoras y los brokers financieros quedaron libres de los controles que databan de 1933 (ley Glass-Steagall de regulación del crédito), elaborados para prevenir las acciones que dieron lugar a la Gran Depresión de los años 30’, es decir, las maniobras de especulación financiera que producen las impresionantes burbujas, que no son otra cosa que aumentos acelerados de valores ficticios, precios y papeles, por sobre el valor “real” de ciertos activos (ej.: Viviendas, empresas de Internet).

Una vez que el Citigroup terminó de imponer completamente sus reglas de juego, el terreno quedó allanado para la expansión exponencial de las redes financieras y el dominio absoluto del capital financiero transnacional como Red financiera global. 

 

A partir de 2000-2001, la fracción retrasada, fuertemente desarrollada al interior de los EEUU (denominada por algunos como la fracción industrialista), logra compensar su debilidad en el terreno económico desde su fortalecimiento en la orbita política, desplegando una política militarista legitimada en la idea de la seguridad nacional,  apelando a elementos sedimentados en las tradiciones imperiales norteamericanas como el destino manifiesto.

Con la “caída” de las Torres Gemelas y la crisis de la burbuja de las “punto com”, logra imponer una nueva correlación de fuerzas en el territorio norteamericano, generando una situación de empate de fuerzas entre capitales financieros. A partir de aquí, tanto una como otra fracción se posicionan, pertrechan y fortalecen, agudizando necesariamente las contradicciones entre ellas.    

 

Desde febrero de 2006 en adelante la fracción americana logra imponer los cuadros en la Reserva Federal y en el Tesoro (ministerio de economía).

La disputa se dará para definir quién de ellas pagará principalmente los costos del ciclo recesivo, la forma en como se entrara al mismo y quién absorberá a los caídos.

Tanto la suba de tasas, las caídas de bancos y las posteriores adquisiciones-fusiones de los gigantes de Wall Street, por parte de la Gran Banca americana, como la caída del Lehman que constituye la estocada final sobre el sistema financiero global, son parte de la forma que adquiere dicha lucha, bajo la acción del ataque defensivo de la fracción financiero-americana.

 

 

De cómo la caída del Banco Lehman Brothers, guarda relación con la caída de las Torres Gemelas.

 

Las Torres Gemelas no se cayeron, las tiraron. El Lehman Brothers no se cayó, en la lucha fue debilitado, perdió y lo dejaron caer para que arrastrara a toda la banca de inversión a la crisis. Son dos hechos que pertenecen a la misma línea de intereses y al mismo eje de enfrentamientos.

 

La caída de las Torres Gemelas era necesaria en la estrategia americana para lograr una correlación favorable de fuerzas, legitimar su política de seguridad nacional al interior, para homogeneizar comportamientos y disciplinar contradicciones secundarias, de cercenar libertades individuales y someter a vigilancia permanente al conjunto de los ciudadanos de EEUU, deviniendo hacia comportamientos fascistas propios de toda fracción imperialista retrasada.

Además, para sostener al exterior una política militarista, detener el avance de la fracción avanzada del capital financiero global, y dinamizar el antiguo complejo industrial-militar norteamericano. Parece que la política de control de la gran reserva de petróleo mundial, la península arábiga, y la política de destrucción de la banca de inversión están en relación directa con esta lucha entre dos pelotones del capital financiero, diferenciados en su núcleo central entre la línea financiera americana y la línea financiera angloamericana.

 

La caída del Lehman Brothers guarda relación con la necesidad de ir directamente y frontalmente por la destrucción de la banca de inversión angloamericana y desarticular la Red financiera global. Con la caída del Lehman el principal damnificado es el Citigroup, la mayor red financiera global hasta la crisis, lo cual no implica necesariamente al conjunto de las redes financieras globales (HSBC, Lloyd´s).

El Citi en política de detener su caída, intento adquirir el WaMu y, luego, al Wachovia, el cuarto banco estadounidense según sus activos. Sin embargo, tal como negó el gobierno de los EEUU dar dólares para que el británico Barclays adquiriera el Lehman, también se le va a negar dicha posibilidad al Citi con el Wachovia. Dicho banco, finalmente, será adquirido por el JP Morgan y el Citi entrará en una crisis que significará incluso la posibilidad de su quiebra.  

 

 

La nueva forma de capital: la Red Financiera Global

 

A partir de 1967-73 una nueva forma de capital financiero empieza a desarrollarse, se consolida hacia 1982                         e inicia el camino para volverse dominante (1988-91).                                Esta forma de capital tiene la especificidad de que necesita transnacionalizarse, necesita especializarse e informalizar-flexibilizar-tercerizar su forma de organización y, es una necesidad inherente a su modo de producción-apropiación de la riqueza social global.

Esta forma de capital por su escala necesita poner en crisis el sistema institucional del estado nación de país central y de país dependiente. Necesita que su territorialidad sea global no internacional, necesita que lo institucional nacional e           inter-nacional sea superado y subordinado.

Necesita especializarse en el monopolio del capital-dinero global y en el monopolio del conocimiento estratégico que hace a la gerencia estratégica. Monopolizar el medio de cambio global, el capital-dinero, y el conocimiento estratégico que administra qué pensar-hacer, cómo pensar-hacer, dónde pensar-hacer, con quién pensar-hacer y cuándo pensar-hacer.

En el proceso de la hiper-especialización/hiper-descentralización de los procesos productivos y administrativos, el monopolio del proceso de apropiación capitalista de la riqueza social pasa del monopolio los medios de producción al                     monopolio del conocimiento estratégico de la             conducción político estratégica de los procesos y productos.      Y luego, la construcción de la nueva moneda global y la crisis de todas las anteriores, la imposición del nuevo medio de cambio y referente global, de los instrumentos para el ejercicio y delimitación de la territorialidad social sobre la que se lucha por ejercer la soberanía.

Esto se expresa en una Red de gerencias locales, en una relación de horizontalidad y autonomía entre ellas pero subordinadas verticalmente al directorio de los dueños de las acciones preferidas. Esta Red local se organiza como nodo         que enlaza, media y coordina una estructura flexible, informal y tercerizada que alcanza como mínimo al 80% de la estructura. El 20% restante lo compone la estructura formal de la gerencia local de la Red. Esta Red de Nodos de gerencias locales que recorren 100 países es lo que se conoce como sociedad del conocimiento, de la información, pos-industrial, posmoderna, etc.

Esta es la nueva forma de capital, la del capital financiero global organizado como Red financiera que monopoliza el conocimiento estratégico y el capital dinero. Esta forma de capital hace al tercer momento del capital financiero. Primero fue su forma internacionalizada de capital dinero a préstamo, luego la forma de la corporación multinacional que controla activos físicos en múltiples países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera a los países como territorialidad social.

 

 

El Fascismo como política imperialista de la

fracción retrazada

 

La fracción de capital más avanzada y dinámica a nivel mundial la constituyen las redes financieras transnacionales angloamericanas [Citigroup, HSBC – Lloyd’s – Banca Rothschild & sons], que conforman la Red Imperialista Global. Controlando la gran industria transnacional, el gran comercio, el gran complejo agroalimentario-agronegocios, la gran logística y la gran massmedia masiva.

 

A esto se le opone, agudizando día a día su enfrentamiento en los distintos planos de lo social, la fracción retrazada: el capital financiero transnacional americano (JP Morgan, Bank of American, Goldman Sachs), cuyo viejo imperialismo de país central, va desarrollando los comportamientos fascistas, es decir disciplinamiento mediante el miedo, el terror y la represión, apelando fundamentalmente a la fuerza militar-policial, para librar el enfrentamiento por la configuración de un nuevo orden mundial.   

 

La lucha al interior de la fracción avanzada: el

Citigroup vs el HSBC/Lloyd`s

 

Dentro de la fracción de capital financiero angloamericano existen contradicciones que se manifiestan en la llamada crisis financiera y sus momentos.

El Citigroup, a diferencia de los otros, tiene una exposición       en el territorio norteamericano del 50% de sus ganancias. El HSBC, en cambio, constituye la red más diversificada, repartiendo sus ganancias de forma proporcional en los distintos continentes.

La caída del Citigroup como actor central guarda relación, también, con las luchas al interior de la forma avanzada. El llamado salvataje Británico del primer ministro Brown se inicia luego de la caída del Lehman-Citigroup, y se desarrolla consolidando las posiciones del HSBC/Lloyd`s y la ingeniería aparece de la mano de la Banca Rothschild & sons.

Por ello, es tan importante observar los momentos de la crisis financiera: el primero de dominio del Citigroup, el segundo de dominio del JPMorgan/BofAmerica y el despliegue del golpe al citigroup y no al HSBC, y tercero el dominio del HSBC/Lloyd`s, y su imposición de líneas de rescate que frena al JPMorgan e inicia el aislamiento del dólar.

 

Al interior de la línea angloamericana, salvataje británico mediante, se fortalece la forma pura del globalismo financiero de la Bolsa de Londres, que pasa a ser dominante en la conducción del enfrentamiento.

 

Para la línea angloamericana de intereses, la caída de EEUU como potencia mundial se vuelve necesaria para avanzar hacia el nuevo formato imperial donde no existe país central, un imperialismo sin centro en un país determinado sino en una red de mega ciudades financieras, coordinadas estratégicamente. Paradójicamente, esta red de ciudades describe el recorrido del viejo imperio británico: Nueva York, Buenos Aires (a partir de 1826), San Pablo (antes Río de Janeiro, con la subordinación portuguesa al imperio inglés), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Hong Kong, Bombay, Sydney, Tel Aviv, etc., más el conjunto de ciudades cabeceras de proyectos estratégicos contrapuestos que hay que subordinar a la Red: Moscú, París, Berlín, Frankfurt, Roma, Tokio, etc. Estos constituyen los nodos principales que darían forma al Estado-Red Financiera Global.

 

Por ello la forma de avanzar es a través de la constitución de áreas de libre comercio por región. Regionalizando el Globo, sin que esto implique armar bloques políticos de poder, sino como estrategia para debilitar los poderes estatales nacionales y regionales, se avanza para los intereses angloamericanos hacia el globalismo financiero.

   

La crisis financiera, como POLITICA de golpe de estado usando armas propias del MERCADO financiero, al mismo tiempo qué debilito al Citigroup, fortaleció al JP Morgan/Bank of América, y en el desarrollo del proceso de fortalecimiento de JPM/BofA emerge el HSBC/Lloyd´s/Brown. Esto se corresponde con el reposicionamiento en la Red Angloamericana de los Clinton-Krugman, retomando el control de la cúpula demócrata, desplazando al sector representado históricamente por la línea Kennedy (centrales obreras, iglesia católica, etc.) que se venía posicionando, en un principio, a interior de la fuerza expresada por Barak Obama.

 

Bajo una situación de empate en el núcleo de poder mundial cambian los actores y el orden en los polos principales del enfrentamiento: JPMorgan/BofAmerica  vs  HSBC/Rothschild.

 

Las enseñanzas de las Grandes Crisis Financieras

 

Siguiendo las enseñanzas de la crisis económicas de 1890-93 y las de 1929-32, podemos estimar que la lucha de clases entre fracciones de capital financiero imperialista va a devenir de guerra financiera en guerra por otros medios.

 

Las crisis financiero-económicas constituyen la primera forma que adquiere el enfrentamiento interimperialista, como manifestación de la guerra comercial.

 

La crisis de 1890-93, que da lugar al desarrollo en términos dominantes del capital financiero internacional (con la fusión entre la gran industria y la gran banca), deviene en la guerra de EEUU contra España por Cuba en 1898, en la guerra Ruso-Japonesa por Crimea en 1905, y en la gran guerra mundial inter-imperialista de 1914-18, donde lo que estaba en juego es el dominio de una nueva forma de capital y por lo tanto, el reparto de los territorios a nivel mundial, del ordenamiento mundial y las respectivas áreas de influencia.                                               El reconocimiento final de los ganadores y perdedores en la guerra termina de sellarse en el Tratado de Versalles, el 19 de julio de 1919, donde se acuerda-imponen las nuevas reglas de juego y se formaliza la resultante en la correlación de fuerzas internacionales.

 

La crisis de 1929-32, que en el debate actual se utiliza para comparar la crisis que estamos viviendo, da lugar al desarrollo del capital financiero multinacional y deviene en la guerra civil española en 1936, y finalmente en la Segunda Guerra interimperialista en 1939-44, cuyos resultados terminan de formalizarse en el ordenamiento mundial surgido de Bretton Woods en 1944/46.       

 

Las enseñanzas de las grandes crisis financieras anteriores es que tienen un tiempo de desarrollo y luego de profundización, que guarda relación con el grado de confrontación entre las líneas de capital financiero en lucha. La guerra financiera, deviene en guerra comercial de estancamiento, recesión y depresión, esta deviene en guerra militar en países secundarios y luego en gran guerra. Por último, la guerra tiene vencedores, y tratados que acuerdan y reconocen a los vencedores, ej.: Bretton Woods.

 

La primera gran crisis se inicia en 1890/3 y termina en el tratado de Versalles en 1919, 26/29 años después. En este tiempo se abrieron los espacios de oportunidad para los procesos de liberación nacional democrático-sociales de los pueblos y naciones oprimidas.

La crisis que provoca la lucha ínter-imperialista abre la oportunidad histórica para los pueblos y naciones oprimidas por los imperios.

La segunda gran crisis se inicia en 1929/32 y se cierra en el tratado de Bretton Woods en septiembre de 1944/46, 12/15 años después.

 

La gran crisis que se abre a partir de la caída del Lehman Brothers en septiembre de 2008, abre el tiempo de profundización de las luchas ínter-imperialistas y la Oportunidad Histórica para los pueblos y naciones, abre un espacio de tiempo social de 12 a 26 años, hasta su resolución.