¿Cómo es la relación de los jóvenes con el Estado en la actualidad?

En los últimos años se han puesto en marcha una cantidad considerable de políticas públicas destinadas a la juventud como sector social emergente. Hoy se destina el 6,3% del PBI en educación cuando en 2003 esa cifra era del 3,6% y esto hizo posible que tengamos casi dos millones de estudiantes en universidades estatales. El Estado es el que se puso a la cabeza de la lucha contra el analfabetismo, ya sea en lo referente a la lectoescritura como al acceso digital, igualando oportunidades y entregando seis millones de netbooks gratuitas. Además, se implementaron las becas Bicentenario, el Progresar y la Ley de Boleto Estudiantil Gratuito en la Provincia de Buenos Aires, por mencionar algunas.

¿Cómo han repercutido estas políticas?

Estas políticas afectaron directamente en la vida de los jóvenes de forma positiva. Pero además, un joven hoy no sólo es un estudiante, quizás también es un padre o una madre de familia y un trabajador, por lo tanto estas políticas educativas también aumentan las posibilidades de que los jóvenes consigan un empleo, porque más educación es más calificación para acceder al mercado laboral.

Es importante destacar que estas políticas de inclusión educativa también repercuten en los niveles de inseguridad, que es un área en la que aún hay que trabajar mucho, pero si a nuestros jóvenes les brindamos educación, trabajo y salud, van a tener menos necesidad de salir a delinquir para satisfacer esas necesidades.

En su conjunto, las políticas estatales configuran un abordaje integral de la problemática social, en donde el joven ingresa al sistema a través de los estudios para ir en busca de un empleo, defiende su poder adquisitivo en una paritaria y continúa en la búsqueda de una casa propia a través del Pro.Cre.Ar.

¿Qué se juega la juventud en el balotaje del próximo domingo?

El próximo domingo se ponen en juego dos modelos de país, uno que considera que las paritarias son un instrumento fascista y otro que propone un Estado que intervenga promoviendo la creación de más empleo genuino. Uno representado por Macri, que propone una mega devaluación que generaría una suba de los alimentos y en los servicios públicos y otro, representado por Daniel Scioli, que propone continuar con el Pro.Cre.Ar y desarrollar la industria nacional.

Tal vez algunos jóvenes no recuerden la situación social previa al 2003 porque eran chicos, pero sus padres sí lo deben recordar. Pregúntenles. Los jóvenes no podemos permitir que este proceso de avance que comenzó en el 2003 quede trunco, debemos ser protagonistas de la victoria del próximo domingo.