-¿En qué consiste el Movimiento Social Peronista?
– Este espacio político territorial que se denomina Movimiento Social Peronista, está inserto en la organización madre que es la Asociación Civil Centro de Promoción y Participación Comunitaria. Esto surgió a partir del año ‘94 donde ingresaron 1.5000.000 habitantes a Resistencia, que venían del interior de la provincia, expulsados por la tecnificación del agro y la falta de oportunidades laborales en el sector campesino. Esto significó que aparecieran muchísimos asentamientos espontáneos que no tenían luz ni agua ni resuelto el tema del techo.
– A partir de esta gran migración, ¿cómo organizaron el trabajo territorial?
-Ante este fenómeno creamos una mesa de organizaciones y logramos que 27 asentamientos tuviesen acceso a la tierra. Creamos una comisión de carácter parlamentario en la cámara de diputados y una Comisión de Tierras para los Asentamientos Espontáneos. Además se creó una partida específica. Si bien se iba regularizando el tema de la ocupación, lo que no se resolvía era el acceso a los servicios básicos como luz y agua. A partir de eso movilizamos con una propuesta concreta en la cámara de diputados para que se origine una ley que se declare de interés social a estos servicios, y que permita los asentamientos espontáneos.
-¿Cómo resolvieron el conflicto de la propiedad?
-El sector inmobiliario planteaba que los asentamientos eran una apropiación ilegítima. En la constitución existe un artículo que dice que la propiedad privada es inviolable y está sujeto al interés social. Nosotros lo que hicimos fue cumplir con esa parte, mientras los medios económicos decían que la situación social era bastante problemática. Hubo un éxodo de 15.000 personas por año, que no tenían posibilidad de acceso a la tierra. Esto provocó que nosotros pudiéramos intervenir en la Federación de Entidades Vecinales donde fui el presidente de un sector de Villa Libertad, uno de los barrios de Resistencia. Durante cuatro años ejercí como Secretario de Prensa y Difusión que aglutinaba al conjunto de organizaciones vecinales. Años después, se creó la Federación de Gran Resistencia de Asociaciones Civiles y Vecinales, donde representamos la Secretaría General.
-¿Cómo fue el proceso de gestación del Movimiento?
-Participamos en la conformación de la Federación de Tierras y Viviendas (FTV) a nivel país. En 2003, a partir del estallido de la situación político social, integramos los consejos consultivos municipales y provinciales para la búsqueda de soluciones a miles de personas que no tenían acceso al trabajo, a la contención que da un salario.
-¿Qué tipos de cambios tuvieron a partir de la implementación de las políticas públicas?
-En 2006 empezamos a pensar de qué manera conteníamos a los dirigentes sociales y a los compañeros que estaban en la organización para que a través de sus conocimientos pudieran llevar adelante algún emprendimiento. Tuve la suerte de llevar adelante 15 emprendimientos productivos con la financiación de Nación y en el 2006-2007, empezamos un trabajo más fuerte en el área sur de la ciudad, donde comenzamos a trabajar en las políticas de desarrollo territorial. Recién el 2007 nos encontró un poco más cercano, con una estructura nacional.
-¿Cómo fue ese primer acercamiento con el MUP?
-El primer acercamiento fue con el compañero Rufino Almeida que es parte de la estructura de Desarrollo Social. Llevaba adelante las políticas propias del Ministerio. Pensábamos lo mismo. Había una misma visión de país: Federal. El Chaco no es lo mismo que Capital Federal, no es lo mismo que Tucumán, o el sur del país. Todos ellos tienen situaciones distintas. A partir de la asunción de Néstor y después de Cristina, las políticas públicas y sociales empezaron a transformarse. Se pensó en diseños de soluciones en cada región de acuerdo a su realidad y trabajamos en ese sentido. Al tiempo, nos encontramos en una empresa recuperada del Chaco y nos conectamos con Estaban Concia, que en ese momento era el secretario Interior del MUP. Empezamos a charlar con él y nos comentó el trabajo que había en Sáenz Peña. Nosotros le contamos lo que veníamos desarrollando. Fue un camino de “enamoramiento” si se quiere, en el buen sentido, del proyecto. Hoy estamos orgullosos de ser parte de esta fuerza nacional, del proyecto nacional. Sabemos que hay mucho por hacer.
-¿Cómo desarrollan el trabajo político cotidiano con los compañeros y las bases en Resistencia? ¿Cómo lo llevan a la práctica cotidianamente?
-Nuestra bandera de lucha en lo social es la misma que en la política. Nosotros planteamos las “Tres T”, Tierra, Trabajo, y Techo. Ese es una plataforma de desarrollo de nuestra organización. Primero visitamos la comunidad y tratamos de organizar a ese grupo de compañeros. Nos instalamos en algunos casos en el asentamiento, el último fue el “8 de Enero” que tiene 44 hectáreas. Nos hemos instalado 4 meses a vivir con los compañeros, a organizar la resistencia contra la policía y los jueces. Ese predio estaba convertido en basural en medio de la ciudad, y nuestro movimiento cree que la tierra debe ser para quines la trabajan y la necesitan. Poner la tierra al servicio del hombre, la economía, como decía Evita y el General Perón.
-¿Cómo se organizan con los compañeros?
-Vamos a un asentamiento en la comunidad del que somos convocados por ellos. Todas las organizaciones llevan colchones, chapas, mercaderías y materiales. Nosotros les planteamos que no tenemos eso, pero tenemos la experiencia de presentar propuestas alternativas a los problemas que pueden ocurrir en esa comunidad. Podemos ayudar a organizar la comisión vecinal, asociación y grupo comunitario, pero los verdaderos protagonistas capaz de transformar la realidad, son ellos.
-¿Cómo es el proceso para conquistar los logros obtenidos?
-Tratamos de solucionar problemas básicos, por ejemplo, si en cinco barrios no hay agua potable, tratamos de que se conozca esta deficiencia. Hacemos una presentación conjunta, para invitar a que los responsables se acerquen y vean en qué condiciones están los compañeros, y cómo trabajamos. Ya sea a través de una nota, gestionando el pedido, y sino da resultado peleamos en las calles, pero siempre se agotan todas las instancias para no llegar al choque. En los últimos tiempos, -sectores de la “abundancia”-, como decía la Presidenta, han ocupado los caminos de la patria. Entonces cuando tenemos compañeros que no tienen acceso al agua, salud, vivienda ni trabajo, no tenemos ningún tipo de impedimento de salir a luchar por los compañeros. En la lucha y partir de toda esa instancia de trabajo en el territorio es que aparecen los dirigentes naturales. Aparecen personas que tienen historias más que nosotros y que encontraron en esta posibilidad de mejorar, llevar un proyecto común a su comunidad y poder reencontrarse con su historia. Ese compañero, a partir del trabajo, adquiere una experiencia y una voluntad de pensar un proyecto político.
-¿Cuántos compañeros integran el movimiento?
– Estamos vinculados aproximadamente a 50 organizaciones territoriales en Resistencia. Tenemos una base de 100 compañeros, que tienen un grado importante de conocimiento y conciencia colectiva hacia dónde vamos. Ellos son los que tienen la capacidad. La estructura organizativa del movimiento es cercana a los 100 compañeros. Tenemos mucha gente joven y además, vinculados a distintas carreras universitarias y técnicas.
-¿Cuentan con cuadros técnicos del movimiento?
-Hemos tenido la visita de algunos profesionales de la salud a quienes les mostramos nuestro trabajo. A su vez, charlaron con nuestras compañeras y se sumaron a nuestra labor. Las personas de afuera interesadas en ayudar a través de su aporte sienten que las políticas públicas del sector sur de la ciudad, son prácticamente imposibles de ejecutar sin la participación de esta organización.
-¿Cómo es la relación con el gobierno de Jorge Capitanich?
– Positiva. Capitanich es un tipo maravilloso y a nivel técnico es brillante. Nos visitó en cinco oportunidades. En la parte instrumental todavía no tiene la capacidad de pensar un proyecto político en función de los dirigentes naturales. Hoy la plaza está prácticamente llena. Nos ha pensado desde el Estado en función de los cuadros militantes, en función de los actores naturales que tiene las comunidades. Se ha invertido muchísimo desde su gobierno en dar respuesta al que gritaba más fuerte. Así alimentaron a movimientos de trabajadores desocupados vinculados al Partido Obrero, la CCC y al Partido Comunista, que no tienen pertenencia de nada. En la historia de los últimos 50 años, esos sectores, siempre estuvieron en contra de los gobiernos e inclusive fueron parte de los gobiernos de la dictadura. Hoy hay partidos comunistas que dicen ser revolucionarios en plena etapa democrática, cuando los compañeros se jugaban la vida en defensa del proyecto. En el tema retenciones, estos sectores no tuvieron problemas en hacer un acampe en forma conjunta con las cuatro entidades del campo en la plaza principal. En las acciones concretas terminan negociando con los enemigos de la patria.
Epígrafe de la foto: Miguel Rolón junto al gobernador Capitanich y la ex ministra Graciela Ocaña durante el operativo contra el dengue.