La jefa de Estado encabezó ayer un acto en el Salón Mujeres Argentinas de la Casa Rosada, donde dio a conocer la puesta en marcha de Programas para la Unidad de Cambio Rural (UCRA), con préstamos aprobados por el BID, la Corporación Andina de Fomento y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
Al comenzar su discurso, Cristina Fernández se refirió a la consigna de los programas presentados (“No hacemos agua”), y en tono irónico, acotó: “Me gustó mucho esa consigna. Algunos quieren que hagamos agua, pero no vamos a hacer agua”.
Destacó que “Argentina tiene un 70% de su territorio árido o semi-árido. Cuando uno escucha este dato, sorprende”, y agregó: “El riego se convierte en algo esencial para defender uno de nuestros recursos estratégicos, y nuestra producción agro-ganadera”.
“La magnitud de lo realizado en irrigación es importante, pero queda mucho por hacer”, sostuvo la mandataria y elogió el monto de las inversiones de los proyectos ejecutados y en proceso de ejecución. “El programa es amplio y contempla todas las necesidades de la ruralidad, como caminos y electrificación”. En tanto, remarcó que “las inversiones apuntalarán y agregarán valor en la actividad agro-industrial” y dijo que “los productores podrán abandonar la costumbre de mirar al cielo para reclamar lluvia a partir de la inversión en riego”.
Asimismo, la presidenta también subrayó que se firmó “un préstamo de 100 millones de dólares, de la CAFF, para el desarrollo de la industria azucarera y de etanol, que ocupa un lugar muy importante en mano de obra y en desarrollo agroindustrial”. Y destacó también la inversión fuerte que se hará sobre la producción de arroz en la provincia de Entre Ríos. “El argentino no come tanto arroz, lo que nos genera un fuerte saldo exportable”, explicó.
Entre otros, estuvieron presentes el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, el ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y el gobernador Daniel Scioli.