El sueño de ser dueñas de una casa unió a más de 80 personas en 3 nuevas iniciativas por viviendas propias, generadas a partir de su trabajo.
Tanto madres solteras como familias numerosas o sin hijos, e incluso gente de la tercera edad se dieron cita ayer en el encuentro provincial de referentes comunitarios y cooperativas, convocado por el Movimiento de Unidad Popular (MUP) y el centro de Estudios para Nueva Argentina.
En dicho lugar, se certificó con la matrícula provincial a tres nuevas cooperativas de vivienda y trabajo que se suman a las 86 que ya existen en Mendoza– para su funcionamiento dentro del ámbito legal. Esto significa que sus integrantes están cada vez más cerca de ser los orgullosos propietarios de una casa de las que otorga el IPV, gestionada por ellos mismos.
Neyenmapú, y Evita Vive son las nuevas agrupaciones de Godoy Cruz, con 38 integrantes entre las dos.
Por otro lado, Soles Maipucinos es la flamante cooperativa de Maipú, conformada por 48 personas. “Es un grupo muy unido”, afirmó la presidenta, Stella Maris Navarro.
HISTORIAS DE VIDA
Entre mates y festejos por la reciente certificación de sus cooperativas, algunos de quienes esperan desde hace años por una vivienda, hablaron con El Sol sobre sus sueños e ilusiones.
“Nos dijeron que antes de junio vamos a tener un terreno”, comentó Navarro. El anuncio, ya conocido
por sus compañeros, fue el disparador para escuchar las historias.
Por ejemplo, Verónica tiene 24 años y vive en la casa de sus padres. Es separada y tiene 3 chicos que habitan con ella. “Sueño con darles un lugar a mis hijos”, expresó.
Otro caso es el de Alejandra Delgado, quien tiene 32 años y hoy vive con su marido y tres hijos en la casa de sus suegros, en el barrio La Estanzuela. Se anotó en la cooperativa por medio de una tía, y hoy está cada vez más cerca de su hogar propio.
En una casa prestada dijo vivir Yesenia, de 25 años, junto a sus 3 hijos y 3 personas más. “Queremos
tener la vivienda cuanto antes. La esperamos desde el 2001”, manifestó.
Con 40 años y 2 hijos, Sandra Escalante ha sido protagonista de una odisea: vivió con su madre, luego empezó a alquilar distintos inmuebles (hoy renta una casa en Godoy Cruz), atravesó problemas económicos, y hasta llegó a inscribirse para ser dueña de una vivienda del IPV. “Apenas tenga mi casa, quiero disfrutarla, darle bienestar y estabilidad social a mis hijos”, sostuvo, entusiasmada.
Otro ejemplo es la vida de Marina Cerna, de 34 años, quien vive desde hace años en una edificación hecha en el garage de sus suegros.“Mi hija siempre me pregunta cuándo vamos a tener nuestra casa”, contó.
Por otro lado, la presidenta de la cooperativa Neyenmapú, Claudia Vera, aseguró:“Por la gran necesidad de viviendas que hay, fue fácil juntar a la gente. Empezamos en setiembre del 2008, y sólo falta buscar los terrenos que ya tenemos más o menos en vista”. La titular de Evita Vive, Rosario Ulloa, explicó que las futuras casas tendrán dos habitaciones, y que muchas familias ya piensan en realizarles ampliaciones.
TENDENCIA
En Mendoza existen 86 cooperativas Centros Integradores Comunitarios (CIC) de vivienda y trabajo, aseguró el director de Cooperativas de la provincia, Daniel Berchessi. Dijo que entre las políticas del Gobierno está la tarea de generar trabajo y vivienda. Ante el nuevo impulso de progreso de 80 familias el secretario adjunto del MUP, Mariano Maure, sostuvo que es una tendencia que va en aumento. “La
gente se va dando cuenta de que es una forma posible de acceder a una casa propia. Es más rápido que anotarse en la municipalidad y esperar hasta que los llamen desde el IPV”, aclaró.
Epígrafe de la foto: Integrantes de las cooperativas solidarias de vivienda que existen en este momento en la provincia.