Federico Martelli
“Oscar, que estuvo con Néstor en el grupo Calafate formó parte de esa generación maravillosa de la década del ’70 que después vio frustrados sus sueños y esperanzas por las fracturas en el peronismo, producto del golpe cívico-militar oligárquico, que capturó la posibilidad de una Argentina más justa y federal que integre a todos sus habitantes a un proyecto de nación”.
“Nosotros, que nacimos en la política de los ’90, empezamos a tener la convicción de que no íbamos a vivir como nuestros padres, que ni con el estudio, esfuerzo y trabajo íbamos a poder comprar un terreno o una casa. Mi generación se reveló contra eso y empezamos a construir una alternativa y lo hicimos militando en el territorio, en los barrios, centros de estudiantes, comedores, cooperativas. Fuimos alimentando la resistencia al neoliberalismo”.
“Cuando por fin terminaba el gobierno de De La Rúa, que se escapaba en helicóptero dejando más de 30 muertos en el país, luego de robarle los ahorros a la clase media y de dejar a miles de desocupados, pensamos que no había más esperanzas ni salida”.
“La verdad es que nosotros en las elecciones del 2003 llamamos a votar en blanco; descreíamos de Néstor porque no lo conocíamos. Cuando asumió la presidencia el 25 de mayo de 2003, vimos que traía consigo en su mochila las ideas de la gloriosa JP, de una transformación de una patria para todos. Con el paso del tiempo, notamos que ya no era más de lo mismo; a nosotros no nos quedó ninguna duda sobre Néstor cuando dijo ‘yo voy a resolver los problemas con el diálogo, con distribución de la riqueza y no con palos”.
“Nos dimos cuenta de que podíamos profundizar la resistencia contra la etapa neoliberal y que venía una con más oportunidades de ponerse palmo a palmo entre los compañeros jóvenes y viejos para construir una Argentina distinta. Ya no teníamos que pensar en un corte de ruta si no en una cooperativa, y fue ahí cuando lo conocimos a Oscar, un hombre clave en la construcción política de Néstor, que se pasaba horas discutiendo con nosotros. Algún opinólogo de derecha decía que el compañero Parrili se la pasaba boludeando con los piqueteros. Ahí están los pibes como el diputado Larroque, hoy diputado nacional, asumiendo la bandera y profundizando el proyecto. Por eso tenía que estar Oscar Parrilli en este homenaje, porque fue el tipo que nos abrió las puertas en representación de Néstor Kirchner, para que nosotros dejemos la bronca y las piedras y tomáramos la bandera argentina para salir todos juntos a luchar por la patria y recuperar el sueño de Perón y Evita”.
“Perdimos a Néstor pero nos dejó a la compañera Cristina Fernández que hoy conduce los destinos de la patria, la misma senda que él. Por eso y mucho más, para mi generación, Néstor Kirchner está grabado a fuego en nuestros corazones y lo vamos a llevar como bandera hasta el día que no estemos más físicamente y más allá, porque lo llevarán nuestros hijos y nietos, como llevamos hoy a San Martín, Rosas, Dorrego, Perón y Eva. El compañero Néstor se escribe en esta tradición histórica que nos da tanto orgullo levantarla”.
“Hoy iniciamos una serie de 100 actos a lo largo y ancho del país. Vamos a ir a Jujuy, Córdoba, Chubut y otras provincias”.
“¡Gracias Néstor, gracias Cristina! El 25 de mayo todos a la plaza para demostrarle al pueblo y a Cristina que nosotros no retrocedemos, no nos corremos ni un centímetro de este proyecto. Vamos a ir por más hasta que no veamos definitivamente liberada la patria no vamos a parar de trabajar y militar”.
Oscar Parrilli
“En primer lugar quiero felicitarlos por este hermoso local, centro de militancia, debate y creación que tienen, en definitiva, de encuentro, de sueños. Me hace acordar a los locales que teníamos en la década del ’70”.
“¡Cuántas cosas pasaron en estos 10 años, no sólo desde punto de vista material y temporal! ¡Cuántas cosas en la mente, en la cultura y el pensamiento de la sociedad argentina! ¡Cuántas cosas logró este Néstor al que hoy le pusimos un cuadro en esta sede nacional del MUP!”.
“Quiero reflexionar con ustedes acerca de las cosas que cambiaron en estos 10 años en los argentinos. Si miramos 10 años para atrás, Néstor hablaba de los ferrocarriles, de mi hijo el doctor de la década del ’50; Néstor decía que teníamos que volver a la ilusión de la clase media de ‘mi hijo el doctor’ y de trabajar. Cuando él hablaba del federalismo y la integración latinoamericana, muchos hablaban de flexibilización laboral y neoliberalismo”.
“Néstor tuvo una perseverancia, mística y voluntad y la vida se lo llevó puesto por ser así, sin duda fue un personaje único”.
“Hace 10 años la discusión era si le ganábamos o no a Menem. Me acuerdo textualmente lo que me dijo: “tenemos que entrar a la segunda vuelta”, esa era su obsesión. Finalmente logramos ese milagro que se dio por su voluntad, convicción, esfuerzo y claridad que tenía de lo que había que hacer”.
La paradoja de la historia: “Kirchner perdió las elecciones del 2003 y también las del 2009. En el 2005 ganó Cristina, en 2007 y 2011 también. Cristina le decía “asumiste con más votos que desocupados”. La verdad es que asumimos esa tarea con mucha seguridad y alegría, en el rumbo que había que tomar. Me acuerdo que no había que ser oficialista, no se podía serlo, y Kirchner decía que ‘oficialista de por sí, no es malo, depende de qué oficialismo tengas adelante’. Y agregaba, que ‘no siempre podemos estar en contra’, y que algún día teníamos que estar de acuerdo y empezar a construir”.
“Lo más importante que hemos ganado en esta década es que hemos cambiado la discusión política en Argentina. Hoy el país se debate entre dos modelos, antes no había opción, era Menem o López Murphy, esa era la opción que nos habían planteado; y en el medio se coló Kirchner y empezó a modificar y a transformar la realidad. A partir de allí se empezaron a generar todas las alianzas. Muchos de los que no estaban, están, y muchos otros que sí estaban, se fueron”.
“Los sectores privilegiados, financieros, de la banca, las corporaciones de medios, económicas, eran los dueños de la Argentina. Ellos lo que querían con Néstor, y por eso lo apoyaban, era que ordenara, que pusieran caja a estos negritos que están haciendo quilombo, que les den algo pero basta, que estén cuatro años y devolvela que la vamos a seguir administrando nosotros. Por eso fue la pelea en el 2007 y el 2011. Era demasiado tragar doce años de Kirchnerismo para algunos. Le vamos a dar el gusto y vamos a llegar a los doce años”.
“Como militantes y cuadros políticos que somos, en el lugar que estemos (en la función pública o en la militancia en el barrio) tenemos el deber, por un lado, de mantener el apoyo a esta gestión y seguir dialogando y conversando con nuestro pueblo para que este apoyo sea cada vez mayor, y por el otro, lo que tenemos que hacer es difundir y hacer conocer estos diez años de gestión. La mejor publicidad que tenemos como cuadros y dirigentes políticos que somos, es pensar en los desafíos y en las etapas que vienen. Lo que hicimos nos da la autoridad para plantearnos frente a la sociedad argentina y decirles ’los desafíos que vienen son estos’. Analizarlos, discutirlos, debatirlos de ninguna manera podemos quedarnos dormidos en lo que hemos hecho”.
“La Argentina tiene que seguir adelante profundizando, y somos nosotros los que tenemos que interpelar a la sociedad para plantearles cómo hacemos para tener más educación pública y gratuita, fuente de trabajo, para ver el mundo como se está viniendo abajo, y que logremos que La Argentina no sufra las consecuencias”.
“¿Cómo hacemos para que este modelo, más allá de las personas, se siga manteniendo en el tiempo? Los que nos quieren hacer creer que la alternancia es buena, le decimos que es mentira. Si cada cuatro años un país está cambiando de política, no va para ningún lado. La garantía que tiene una nación es que tenga un proyecto y que logre los objetivos que se planteó”.
“Tenemos que garantizar el modelo de inclusión social, de inserción latinoamericana, donde el estado cumple un rol fundamental, donde la juventud tiene futuro y protagonismo y está gobernando. Este modelo se tiene que consolidar, y para eso, como militantes, tenemos que ser conscientes de que hay que identificar claramente los nuevos desafíos por delante en la región, analizarlos proponerlos, debatirlos y salir a hablar con nuestro pueblo para que esta Argentina pueda seguir adelante. Este es deber y desafío y la obligación que tenemos como militantes”.
“Obviamente es grato recordar lo que hemos hecho, sin duda nos hace bien a todos, pero eso es parte de la historia. Nosotros no somos historiadores ni analistas políticos, somos militantes. El militante es el que quiere transformar la realidad, el que donde hay una injusticia va a tratar de solucionarla. Esa es la manera que tenemos de hacer las cosas”.