La reunión versó sobre la organización de la puesta en marcha de la escuela de Taekwondo, y el acto de entrega de títulos de uno de los cursos. Estos temas están mechados por la explicitación política de nuestras iniciativas educativas.
La educación popular, mal definida por los destinatarios a los que en este caso está destinada, plantea como corriente educativa una explicitación de su intencionalidad política. De hecho toda acción educativa, está enmarcada y motivada por una o varias intenciones de índole política, pero nuestra cultura neoliberal ha generalizado el falso concepto que la “neutralidad” es la mejor forma de encausar una tarea educativa. Mentira.
En nuestro caso, desde un acto sumamente institucional como es la entrega de títulos extendidos por la Dirección General de Cultura y Educación, enmarcamos y hacemos explícito a la comunidad, el porqué de trabajar en lugares donde el Estado, y el Sistema Educativo en particular, abandonaron su tarea desde mediados de los 90. En un momento donde, todo el cuerpo político representativo, busca presentar sus candidatos. Nosotros presentamos los nuestros.