La excusa era la convocatoria y organización de la movilización del jueves 30, pero más allá del tema, se conversó sobre la situación del Gobierno Nacional, los conflictos abiertos con las patronales rurales y Clarin y la necesidad de dar sustentabilidad al gobierno a partir de la incorporación del movimiento obrero en la toma de decisiones.
La reunión, de la que participé junto con Rufino Almeida, Marisol Aranguren, Héctor Fernández, Catalina Fernández y Julio Piumato, se llevó adelante en la sede de Judiciales y arrancó con un intercambio de opiniones sobre el problema de la unidad del movimiento obrero, a raíz de la aclaración de que soy Congresal Nacional de la CTA y lamenté el perfil de la jornada de lucha del día anterior.
Moyano realizó una larga reflexión sobre los métodos de lucha y la relación con la sociedad. Planteó la necesidad de no desgastar determinados métodos que se vuelven contra la legitimidad de la medida.
En relación al problema de la unidad, marcó la importancia que hubiera tenido que la movilización del 30 se realizara en conjunto con la CTA para mostrar la fuerza organizada de ambas Centrales frente al “stablishment”. La discusión más larga y rica en contenido fue sobre la situación del gobierno y las elecciones del 28 de junio.
Tanto para Piumato como para Moyano, el 28 se define el modelo y será una bisagra para la etapa. “Si perdemos comenzará la etapa de resistencia, porque van a tratar de reinstalar un neoliberalismo mas “light”, pero van a venir por las conquistas, como las paritarias, lo derechos humanos y el alineamiento internacional, y si ganamos vamos a tener que discutir muy profundamente, porque hay cosas que cambiar en nuestro gobierno”, planteó el camionero.
Por mi parte expresé el convencimiento del MUP y de otras fuerzas políticas del FpV, de que para dar sustentabilidad al gobierno había que incorporar a los tres actores que habían emergido durante el conflicto con las patronales rurales, la CGT, la juventud y carta abierta.
Agregué que hay muchos funcionarios buenos, que se identifican con este proyecto, ero que no tienen anclaje social, que no representan a ningún sector porque vienen de la partidocracia liberal. Hugo coincidió en que tanto en el ejecutivo como en las listas hay que poner militantes con representación gremial o social, porque es la única manera de transformar la acción del gobierno, al que calificó como “el mejor después de Perón”.
Respecto del conflicto con las entidades rurales explicó cual había sido el rol de la CGT en esos difíciles meses y la responsabilidad que tuvieron para que no haya enfrentamientos en las rutas.
Sobre el vínculo entre los ruralistas y la oposición destacó que “están en la vereda del frente del peronismo” y recordó las declaraciones de De Narváez en “A dos voces” cuando pidió “retenciones cero” y consultado por el problema fiscal que esto generaría dijo “habrá que hacer un ajuste fiscal”.
Después de dos horas de reunió se acordó acompañar con fuerza la movilización del 30 y avanzar en posiciones comunes para la etapa que viene.