Hace 20 años, en junio de 2001, se fundaba en la ciudad de La Plata el MUP, Movimiento de Unidad Popular.
Nacimos en la lucha contra el neoliberalismo, contra un modelo que condenaba a nuestro país y nuestra región al subdesarrollo planificado por distribución desigual de la riqueza, extranjerización de los recursos estratégicos y expoliación mediante el perverso mecanismo de la deuda externa.
Nacimos en un país en el que los genocidas de la dictadura caminaban entre nosotros beneficiados por las leyes de obediencia debida, punto final y los indultos. Nacimos en un país donde el ajuste siempre recaía sobre los sectores más vulnerables y los asesinatos en el marco de represiones a los movimientos populares eran moneda constante.
Nacimos en un país alineado al Consenso de Washington y a los lineamientos de política exterior dictados desde el Departamento de Estado.
Sin embargo, desde el momento mismo de nuestro nacimiento supimos que el destino de los pueblos no estaba escrito y que de nosotros dependía construir el poder popular suficiente para terminar con ese modelo y construir una Argentina libre, justa y soberana.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde ese 2 de junio. En 20 años de historia fuimos parte de grandes luchas populares que quedarán en la memoria colectiva y de grandes avances en recuperación de soberanía y de derechos sociales, aunque también vivimos jornadas tristes en las que sufrimos retrocesos.
De la mano de Néstor Kirchner, quien nos convocó a ser protagonistas de la reconstrucción de nuestro país, comprobamos que con voluntad, decisión y capacidad estratégica, Argentina podía salir del infierno y el pueblo podía recuperar la dignidad arrebatada. Con Cristina Fernández de Kirchner comprobamos que ante las dificultades, por más duras que sean, siempre hay que tomar decisiones en función de los intereses populares y nunca sucumbir ante el canto de sirenas.
Hoy con Alberto Fernández volvimos a recuperar la esperanza de que Argentina puede, de que Argentina tiene las capacidades para salir adelante y pese a estar atravesando una pandemia que puso al mundo patas para arriba, el rumbo tomado es el mejor de los posibles para salir adelante.
En estos 20 años quedaron muchos compañeros en el camino y en nuestro primer Secretario General, Juan Carlos Cibelli, queremos recordar y homenajear a todos.
En estos 20 años crecimos, llevamos nuestra organización a los lugares más recónditos de nuestra patria y llevamos la voz del proyecto nacional a múltiples eventos internacionales, siempre defendiendo la autodeterminación de los pueblos, la unidad sudamericana y la autonomía de los Estados del tercer mundo frente a las potencias.
En estos 20 años muchos de nuestros compañeros fueron elegidos para representar al pueblo y para llevar adelante tareas en los ejecutivos nacionales, provinciales y municipales y en todos los casos lo han hecho de manera honesta y comprometida con los intereses populares.
También en el Partido, en los sindicatos y en los centros de estudiantes, donde dejamos bien alta la doctrina justicialista y la defensa de los derechos de los trabajadores y los estudiantes.
Para nuestros militantes ser del MUP es ser parte de un proyecto en el cual la humildad, el sacrificio y el amor a la patria son condiciones indispensables y en el que ninguna tarea es superior a la otra. Se puede ser cocinero en un comedor comunitario o funcionario nacional y ambas tareas forman parte de un todo indivisible.
Estamos en un punto de inflexión de nuestra historia. Tras muchos años de avance, hemos retrocedido significativamente y después de cuatro años de macrismo y uno de pandemia, la realidad económica y social se asemeja a la del 2001. Sin embargo, aquellos tiempos eran de incertidumbre porque no aparecía una alternativa clara. Hoy sabemos que hay un camino y estamos dispuestos a transitarlo.
Tenemos la doctrina, tenemos la experiencia y tenemos el amor a la patria. Es tiempo de dar un paso al frente y hacernos cargo.
Argentina puede!
MOVIMIENTO DE UNIDAD POPULAR
Mesa de Conducción Nacional