Después de soportar estoicamente la ocupación inglesa, resistiendo dos invasiones, en mayo de 1810, una multitud de patriotas, amenazadores para aquellos que querían mantener el poder colonial, acompañada por los orilleros, que constituían el grueso de la milicia patriota, el Pueblo de ese entonces, presionaban a quienes se erigieron como representantes, dando origen a la Junta de Mayo, nuestro primer gobierno patrio. Todo el conjunto de episodios, pasó a la historia como la Revolución de Mayo.
Entre aquellos hombres de Mayo, conocidos por todos, a la hora de escribir nuestra historia, los continuadores de los colonialistas españoles, que luego pasaron a estar al servicio del imperio inglés, se encargaron de menoscabar el accionar de algunos de ellos, como es el caso de Mariano Moreno, el gestor del “Plan Revolucionario de Operaciones”; de Domingo French y Antonio Berutti, que no sólo repartieron escarapelas, sino también trabucos; del destacado orador Juan José Castelli, pero a su vez, consecuente perseguidor de los realistas y sus aliados, los contrarrevolucionarios criollos; del “mulato” Bernardo de Monteagudo, otro artífice del proceso emancipador, quien luego se destacara como hombre de confianza de San Martín, O`Higgins y Bolívar, gran defensor de la libertad y la igualdad, para mencionar algunos de ellos.
Las posiciones antagónicas, se repitieron a lo largo de nuestra historia. Después de atravesar por las discrepancias previas a la Declaración de la Independencia, comenzaron los enfrentamientos entre los unitarios y federales, lo que terminó con una Constitución de corte netamente liberal y la consolidación de una burguesía agroexportadora, asentada en el puerto de Buenos Aires; y unas décadas después, se produce el exterminio del nativo y el origen de los grandes latifundios, con la Campaña al Desierto.
El siglo XX, caracterizado por los golpes militares, nos encuentra en el Centenario, mostrándonos al liberal Julio A. Roca, fiel representante de la oligarquía, recibiendo a la Infanta Isabel, reafirmando esa alianza entre militares, conservadores y oligarcas al servicio de los intereses extranjeros, en contra del Pueblo, y entre esos dos polos antagónicos, una clase media, que en numerosas oportunidades, aunque sea con su pasividad, se prestó para que los usurpadores se apoderen del gobierno, tal como ocurrió con el golpe militar-conservador contra Irigoyen. Unos años más tarde, surge la Unión Democrática, liderada por Spruille Braden, en contra de Perón que representaba a los intereses populares. Con el derrocamiento del gobierno popular de Perón, mediante el golpe militar, con la alianza de los sectores oligárquicos, producido por la Revolución Libertadora del ´55, que luego se transformó en Fusiladora, y defensora de los intereses antipopulares, se instauró la proscripción del Peronismo, dejándonos ricas experiencias en cuanto a la resistencia popular… En los comienzos de los ´70, ante la imposibilidad por parte de los reaccionarios antipopulares de frenar el avance del peronismo al poder, con la consigna de “liberación o dependencia” y todo lo que para ellos implicaba, se vieron obligados a permitir el regreso del viejo Líder, ya en las postrimerías de su vida.
Desconcertados, y a los efectos de calmar al Pueblo, ante el triunfo aplastante de Perón, optaron por ahondar en el movimiento sus contradicciones internas, para adueñarse nuevamente del poder, el 24 de Marzo de 1976, con la más sangrienta de las dictaduras cívico-militares que ha conocido la historia, con un saldo de miles de secuestrados, muertos y desaparecidos, y más de 500 niños nacidos en cautiverio, que aún no han recuperado su identidad. Después de los intentos frustrados por parte de los usurpadores, de generar una Guerra por el Canal de Beagle y el fracaso de la Guerra para la recuperación de las Islas Malvinas…, con el retorno de la democracia en 1983, los enfrentamientos entre el Pueblo y los reaccionarios neoliberales no han cesado, manifestándose con simples silbatinas en la Sociedad Rural, pasando por todo tipo de intentos desestabilizadores, que fueron aumentando a medida que se fue profundizando el Proyecto Nacional y Popular.
Hoy, a doscientos años de aquella gesta histórica, del 25 de Mayo de 1810, en un marco de afianzamiento de las relaciones entre todos los países del cono sur y la consolidación de UNASUR, cuya Secretaría General recayó recientemente y por unanimidad, en el ex Presidente argentino Néstor Kirchner, lo cual no deja de ser un reconocimiento de parte de nuestros vecinos…; continúan la exaltación del país virtual, la defensa descarada de los intereses antinacionales, los intentos desestabilizadores para instalar políticas tendientes a reestablecer un país al servicio de unos pocos…por parte de un grupúsculo de fracasados adversarios…, a pesar de los esfuerzos y las solicitudes por parte de la Presidente de todos los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner, tendientes a que en este 2010, año del Bicentenario de nuestra querida Patria, cese por parte de los inadaptados, carentes de propuestas alternativas, el constante hostigamiento hacia una política de mayor distribución de los recursos, con inclusión social; de crecimiento sostenido, con creación de nuevos puestos de trabajo; la eliminación de los monopolios mediáticos, a los fines de lograr una mayor democratización de la información, con participación de todos los sectores, incluyendo los pueblos originarios; el imperio del respeto a los derechos humanos, a los fines de lograr el esclarecimiento de los hechos, mantener viva la memoria e impartir justicia condenando a todos aquellos genocidas que cometieron crímenes de lesa humanidad…a modo de acercarnos a hacer cumplir, salvando las distancias, el pensamiento de aquellos probos hombres de Mayo, proyectándonos como país en el tiempo.
Realdo Santiago Gastaldi
Secretario Gral.MUP Córdoba