Exigimos juicio y castigo a los cómplices civiles de la más sangrienta dictadura que nuestro pueblo recuerde, y no lo hacemos desde la venganza que tanto exponen los francotiradores de la derecha, sino con alegría, esa misma que irradian los pañuelos blancos, la mirada tuerta de ese compañero que floreció en nosotros, y por supuesto en la incansable lucha que nos queda por reencontrarnos con nuestra conductora, con la que militaremos codo a codo para volver, desde la unidad y la organización, para construir una Patria Justa, Libre y Soberana. Y porque así lo habrían querido nuestros compañeros y compañeras que cayeron, esa maravillosa música que seguiremos cantando y tocando con alegría en cada rincón de la patria.
30.000 COMPAÑEROS, DETENIDOS, DESAPARECIDOS PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE