Como ocurre con otros distritos de los denominados “chicos”, en Esteban Echeverría la dirigencia joven tiene problemas para posicionarse en las principales líneas de poder. No sólo porque las viejas estructuras siguen teniendo “la manija” en la política local, sino además porque quienes vienen a formar la nueva camada no alcanzaron lugares de protagonismo.
En este sentido, tanto en el oficialismo como en la oposición se mantienen en tensión las viejas estructuras que no quieren ceder terreno y las nuevas, que se van haciendo lugar a la fuerza.
Lo paradójico del caso es que, pese a ser uno de los intendentes jóvenes y de imagen renovada del Conurbano, Fernando Gray no promovió nuevas figuras en el oficialismo. Al contrario, asumió con una alianza con el PJ local, que ocupó gran parte de los puestos de poder.
Así, el cambio de mando en 2007, cuando el actual jefe comunal le ganó la elección al histórico Alberto Groppi, no trajo una verdadera renovación. Apenas un puñado de funcionarios, la mayoría llegados de la manos del intendente desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, lograron instalarse en la comuna. El resto, con caras -y legajos- conocidas.
Lo cierto es que Gray sigue siendo para muchos uno de los “sub 45” con posibilidades de proyección en la región.
Si bien no figura entre quienes pueden aspirar a cargos en los niveles provincial o nacional, se lo descuenta como candidato a intendente por el kirchnerismo.
En Esteban Echeverría, la renovación K hay que buscarla en los sectores kirchneristas no alineados con Gray.
Allí, la agrupación La Cámpora integra el denominado “sub 45 del PJ” cuyas figuras son, entre otros, Diego Bossio, Amado Boudou y Gabriel Mariotto.
En una reciente reunión, su referente Roberto Yans fue invitado a dialogar y avanzar en el armado de este espacio.
“Yo pertenezco a una agrupación que es una clara expresión de la renovación de la dirigencia política, desde ya fuertemente comprometida con este proyecto nacional y popular, por lo que no podía dejar de acompañar este nuevo espacio que apunta a generar el tan mentado trasvasamiento generacional, lo cual es un compromiso que han asumido nuestros conductores, comenzando por propiciar la participación de los jóvenes en la política”, señaló Yans.
La mayor renovación se da, por lo menos en lo superficial, en el peronismo disidente. Descontentos con el manejo del histórico Luis Obarrio, muchos optaron por hacer su camino propio a través de Unión Celeste y Blanco y el PRO. En estos espacios, los nuevos concejales que asumieron en 2009 dan fe de este movimiento. Fernando Sousa y Ever Van Toorem son exponentes de este recambio que se inició en 2007, cuando el espacio macrista debutó en el distrito.
En cuanto al resto de las fuerzas -aun con la pelea en el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) y la falta de peso del resto de los espacios- tienen varios jóvenes en sus filas. Aunque su proyección es relativa. Porque si bien se espera que sean candidatos (como el caso de Pablo García del GEN o Pablo Domenichini de la UCR) todavía no parece ser su momento para proyectarse fronteras del distrito hacia afuera.
Publicado en La Política del Sur www.politicadelsur.com, el 20 de Agosto.