Con la presencia de las juventudes de más de 50 organizaciones sindicales y político-sociales de doce provincias, entre ellas la Juventud del Movimiento de Unidad Popular, entre el 14 y 15 de abril se llevó a cabo el Primer Congreso Nacional de la Militancia organizado por la Juventud Sindical. Los casi mil participantes se reunieron en el complejo de Chapadmalal de Mar del Plata para discutir el rol del movimiento obrero en el la coyuntura política argentina para la profundización del proyecto nacional, así como para dar un respaldo unificado a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para las presidenciales de octubre.
Del congreso participaron, además, el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Peaje y Afines y referente de la Juventud Sindical, Facundo Moyano, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, el secretario de Medios de la Nación, Juan Manuel Abal Medina, los diputados nacionales Héctor Recalde, Omar Plaini y Octavio Argüello y los dirigentes gremiales Omar Viviani (Taxistas), Oscar Nieva (Lista Verde-Bordo Comercio), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Omar Suárez (SOMU), Horacio Ghillini (Docentes Privados), entre otros. Por su parte, la Juventud del MUP se hizo presente con una delegación con representantes de San Martín, Quilmes, Florencio Varela, Marcos Paz, Capital Federal y La Plata, llevando la visión de las organizaciones político-sociales nacidas del movimiento de trabajadores desocupados y la de los obreros autogestionados.
El encuentro, en el que se debatió también en torno a las tres banderas históricas del peronismo (Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social) y la Unidad Latinoamericana, estuvo atravesado por una visión de claro alineamiento con los procesos políticos más avanzados de la historia del movimiento obrero argentino, como la lucha de los sindicatos de principio del siglo XX, la resistencia peronista, la CGT de los Argentinos y los programas de La Falda, Huerta Grande, del 1° de Mayo del ’68 y los 26 Puntos de la CGT de 1985, cuyos textos estuvieron incluidos en las discusiones. La idea central en ambas jornadas fue la necesidad de convertir al movimiento obrero ya no en columna vertebral del movimiento, sino en su cabeza. En esa línea, Facundo Moyano, en su discurso de cierre, señaló que "los trabajadores deben ocupar un lugar de protagonismo, porque somos los que tenemos que profundizar el modelo que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner". En tanto, Juan Manuel Abal Medina destacó la necesidad de la unidad de acción entre los sectores del kirchnerismo y que “en esta pelea no hacemos ningún tipo de claudicación, estamos dispuestos a dar la vida por transformar la Argentina”.
Por su parte, la secretaria nacional de la Juventud del MUP, Noelia Arrache, remarcó que “cosas como estas (por el Congreso) demuestran que quienes pretenden dividirnos se equivocan. La unidad del campo nacional y popular es inquebrantable. Estamos construyendo en base a las coincidencias y esto es un punto de continuidad; no vamos a permitir que los grupos concentrados y las clases dominantes saquen rédito de las diferencias que pueda haber en el frente nacional. Nosotros coincidimos en lo fundamental: la necesidad de profundizar el modelo, la de dar mayor poder al pueblo y respaldar a Cristina”. Y agregó que “acá no se trata de Moyano sí o Moyano no. Los grupos monopólicos concentrados intentan instalar ese debate; apuntan contra Moyano porque les tienen miedo a los trabajadores, al pueblo, porque en él está el límite de sus privilegios. Es el pueblo, en toda su diversidad, el garante de la profundización del modelo y la transformación definitiva de la patria. Nosotros no vamos a caer en esa trampa”.
Siguiendo el mismo razonamiento, el secretario Gremial del MUP y referente del MUP-Capital Federal, Darío Argüello, aseguró que “sindicatos, organizaciones político-sociales, obreros ocupados y desocupados, trabajadores autogestionados, pequeños productores, estudiantes somos lo mismo, peleamos por lo mismo”. “Este congreso de la Juventud Sindical es una clarísima demostración de que la única diferencia es dónde y cómo trabaja cada uno, porque todos pensamos en calidad de trabajadores, estemos ocupados o no, en relación de dependencia o autogestionados; nosotros, todos, somos el movimiento obrero”, añadió.
Asimismo, nadie dejó escapar la disputa entre Techint y el gobierno nacional por la participación del Estado –a través del ANSES- en su directorio. En tal sentido, Abal Medina dijo que “hay algunos para los que, como (las empresas) son de ellos, la ley no importa, están convencidos de que hay una ley para todos los argentinos y una ley para ellos. Para Techint y para Magneto, están aparte, la ley es de ellos y hacen lo que quieren”. En tanto, para Argüello “esto está relacionado con el proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias empresarias; los empresarios no quieren ser controlados, quieren hacer y deshacer como mejor les convenga. Para Techint el Estado es un socio de primera en la inversión, para poner plata, y un socio de segunda para controlar y decidir”. “Techint creció gracias a los aportes de los trabajadores argentinos vía AFJP hoy estatizadas, ¿cómo puede ser que el Estado, como administrador del ANSES, no pueda hacer uso de sus derechos accionarios o que los tenga recortados? Esas acciones le pertenecen a los trabajadores. Entonces, si no quieren al Estado, que sean los trabajadores quienes estén en el directorio”, sentenció.