En el capítulo “Comunicación, democracia y movimientos sociales”, de la publicación “Democratizar la palabra/Movimientos convergentes en comunicación”, Osvaldo León sostiene que “La democratización de la comunicación es, ante todo, una cuestión de ciudadanía y justicia social, enmarcada en el derecho humano a la información y a la comunicación”.
Frente a la cruzada que han montado las corporaciones, ahora sí con el poder político en manos de los representantes de la derecha nacional y siempre con el apoyo externo con organismos como la SIP, traemos a la memoria el discurso de nuestro secretario general, Federico Martelli, en las jornadas en defensa de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual organizadas por la Coalición por una Comunicación Democrática (CCD), en el Foro “ por la democracia y la libertad de expresión" que se realizó frente a tribunales el 29 de agosto de 2013.
Palabras de Martelli:
"Siempre me quedó dando vuelta en la cabeza aquel momento en que Cristina habló de los fierros mediáticos y los fierros judiciales, y muchos dirigentes opositores y algunos editores y periodistas se horrorizaron. Y era obvio que lo sientan así, porque esas palabras en boca de una militante formada en los ’70, no tenían ninguna connotación inocente, porque justamente en esa época un compañero militante o dirigente, cuando hablaba de los fierros hacía alusión a otros fierros, y lo sabemos, porque como decía Mao Tse Tung, el tiempo emanaba desde la punta de un fusil. Y así fue que la dictadura, fusil en mano, le entregó papel prensa al grupo Clarín, permitiéndole el despegue en una carrera que después iba a ser meteórica.
Pero los ideólogos del mercado, de la concentración económica y política, sabían que los tiempos de esos fierros se terminaban y que se acababa la época de la doctrina de la seguridad nacional y que se avecinaba la época del consenso de Washington, donde los fierros, para tenernos controlados y para extraernos hasta el último de nuestros recursos, iban a ser otros, los financieros, los mediáticos y los judiciales".
Basta con mencionar la compra ilegal de Radio Mitre en el ’86 y la adjudicación de canal 13 en el ’90 y de ahí en adelante, hasta el punto máximo que fue la constitución del grupo Clarín con su cotización en la bolsa de New York.
Este último pasaje nos muestra un panorama perverso diría Víctor Hugo ¿Y por qué es un instrumento perverso? No sólo porque se quedaron con el sistema de medios de nuestros país, sino en los momentos de nuestra historia en que lo hicieron. ¿Quién podía decir algo cuando entregaron papel prensa, cuando al mismo tiempo estaban secuestrando, torturando y desapareciendo compañeros y hasta metiéndose en las fábricas, las mismas que son auspiciantes de sus productos mediáticos? ¿Qué podíamos decir en los ’90? ¿Qué íbamos a decir, que se estaba licitando tal licencia, que se estaba vendiendo tal medio? Si lo que estábamos haciendo era ver de qué manera se evitaba el despido de ciento de miles de trabajadores del estado, o cómo se organizaba la militancia popular para darle de comer a los compañeros que se estaban cagando de hambre, producto de la desocupación y la implementación a fondo del neoliberalismo. Entonces, la perversidad, lo dramático de esto es el momento, aprovechando de que nosotros como sociedad teníamos otros problemas muchos más graves, como el de trabajar o poder comer. Y aprovecharon el tiempo y se fueron quedando con cada uno de los medios. Aprovechando también la convergencia y explosión tecnológica y finalmente cuando creían que su posición estaba absolutamente consolidada y que ya no había nada que les hiciera sombra- el “ustedes ya son un estorbo” de Magnetto a Alfonsín, ese “puesto menor” a Ménem-cuando creían que habíamos entrado en el final de la historia en el siglo en que Estados Unidos hacía a su antojo, se encontraron con dos problemas hermosos: uno, la persistencia de miles de voces que aún en los momentos más difíciles nunca abandonaron la lucha por la comunicación popular y democrática, que son los mismos que en el 2004 escribieron los 21 puntos. Y el otro factor, fue Néstor Kirchner. Después vino la confluencia de esos dos factores, porque no nos olvidemos que hubo una confluencia de los sectores sociales, culturales y políticos con ese presidente que dijo “o me apoyo en el pueblo o me comen crudo.
Me acuerdo de las palabras de Néstor Busso cuando se aprobó la ley en el 2009 cuando estábamos todos festejando y sin embargo también sabíamos que la aprobación de la ley, no significaba para nada la implementación final de la misma. Era un paso importantísimo, pero sabíamos que debíamos enfrentar duras peleas en el futuro contra los fierros judiciales.
Debemos mantener los factores de la lucha en pie, mantener la militancia por un sistema de medios plural y democrático, popular y nacional, porque en definitiva, ellos podrán tener jueces, legisladores amigos y mil y una formas para trabar la implementación total de la ley, pero lo que nosotros tenemos compañeros es la calle, es el poder del pueblo, es este testimonio que viene de muchos años atrás, y sin embargo no abandonamos la lucha, por el contrario se multiplican las voces. No abandonemos, porque somos nosotros los únicos que podemos darle garantía a esta ley".
Recordamos que, en declaraciones realizadas a Radio Cadena 3, el nuevo ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, dijo que durante su gestión la "libertad de expresión va ser absoluta" y que "la regulación de la ley de medios no va a subsistir" el gobierno de Cambiemos. A su vez anticipó que a partir de ahora "los medios van a tener que competir como se compite en el mercado".
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