Discurso del secretario general del MUP, Federico Martelli.

A partir del 10 de diciembre de 2015 no la vamos a tener más a la presidenta ejerciendo el cargo. La vamos a tener como conductora política, como compañera, como militante, pero no como presidenta y esto implica un riesgo, por lo menos implica una situación distinta a la que tenemos actualmente, en que la derecha se monta para tratar de condicionar o de cambiar el rumbo político. Lo decíamos en el documento, haciendo referencia a que intentaron romper el peronismo llevándole a Massa los elementos residuales, los de menos convicción política, los que primero piensan en los hombres, después en el movimiento y por último en la patria. Algunos dicen que el que pierde es un traidor, que lo único que sirve es ganar, sea con Ménem, Duahalde, Kirchner o Massa o con el que sea. Y esos son los que corrieron detrás del proyecto del empleado de la embajada norteamericana.

Por suerte el peronismo de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad, en su mayoría, se mantuvo encolumnado detrás de la presidenta y del partido. También se intentó seducir al hombre más importante que tenemos en la provincia de Buenos Aires que es nuestro gobernador; intentaron hacerle pisar el palito, intentaron llevarlo por el sendero de ‘vas a ser presidente caminando tranquilo, no te vamos a molestar pero necesitamos que seas nuestro presidente, necesitamos que traiciones a Cristina’, y no lo dijeron una o dos veces, sino muchísimas veces. Les recomiendo el capítulo del libro politileaks de Santiago O’Donnell, donde se describe claramente que los personeros de la embajada norteamericana le preguntan a Scioli por qué no rompe con Cristina, por qué no lanza su propio proyecto político, y el gobernador les contestó que él tenía lealtad, que tenía códigos y no era un golpista, porque si el gobernador se corría, el proyecto corría riesgo en términos generales.

Ahí están, Rosendo Fraga, Longobardi, Lanata, Joaquín Morales Solá, quienes lo entrevistan todas las mañanas tirándole flores, le preguntan en voz baja lo que no le incomoda, porque saben que de la mano de Scioli tenemos una potencia electoral extraordinaria, y lo que quieren es llevar esa potencia electoral para el lado de la derecha, pero el gobernador no les ha dado el gusto. Fíjense que estuvo el pasado viernes en el acto de la lealtad en Moreno junto a otros precandidatos peleando por la unidad del peronismo. En el mismo lugar estaba Urribarri que es de Entre Ríos, y viene a la provincia de Buenos Aires y habla y se lo trata como un compañero más, sin celos territoriales, algo que antes era imposible con el nivel de especulación que había en el peronismo. Y también estaba Florencio Randazzo, quien planteó que su aporte es ser precandidato del FpV y juntar un montón de votos para este proyecto. Y también estaba Agustín Rossi, quien fue un extraordinario jefe de bloque del FpV, y hoy cumple una tarea primordial como ministro de Defensa y también dice yo me anoto, porque quiero aportar en esta pelea. Y estaban los cuatro en el día de la lealtad. Y si no hubiera estado en reposo, sumémosle a Julián Domínguez ¿Y saben cuál fue el título de La Nación de hoy (por el sábado 18 de octubre)? “El Peronismo festejó dividido el 17 de octubre”, una payasada teniendo en cuenta que había cuatro precandidatos a presidentes en el mismo acto compartiendo y abrazándose, un papelón de los que nos tienen acostumbrados tanto La Nación como Clarín.

Por eso compañeros y compañeras, cuando nosotros preguntamos para este plenario cuál es el candidato a presidente del MUP, es una pregunta capciosa, porque de acá no va a salir una opción de candidato a presidente o presidenta. Lo que sí va a salir es la definición de que nuestro candidato a Presidente/a es el candidato del FpV, el candidato de Cristina y del Peronismo, porque nos gustan los seis precandidatos y porque no estamos buscando un nombre que cambie nada, que transforme este proyecto o venga con ideas nuevas, sino el o la que mejore este proyecto, porque el proyecto está definido, sólo falta un candidato/a que lo/la lleve a la victoria; porque no podemos prestarles ni oídos ni tiempo a aquellos extraviados o enviados de alguna embajada que dicen ‘podemos perder y volver luego de cuatro años’. Bien sabrán los compañeros en la ciudad de Buenos Aires cuando fuimos divididos entre Telerman y Filmus cuando muchos decían ‘que gane el ingeniero, y cuando haga un montón de macanas, vamos a volver dentro de cuatro años y el peronismo y el FpV va a volver a gobernar la ciudad’. Y ahí lo tenemos, no sólo que no perdió en cuatro años, sino que ganó con más diferencia; no sólo que ganó con más diferencia, sino que de la ciudad de Buenos Aires se proyecta a nivel nacional.

Perder significa para nosotros que millones de argentinos vuelvan a caer bajo la línea de pobreza, porque nosotros no nos vamos a acomodar con un gobierno de liberales ¿Saben qué vamos a hacer nosotros? Vamos a sacarnos la camisa, nos vamos a volver a poner la pechera y vamos a cortar rutas cuando nos  necesiten. Como decía Silvio Rodríguez “dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo” ¡Qué carajo nos importa a nosotros tener un puestito en un gobierno liberal! ¡Este movimiento nació para llevar adelante la revolución en Argentina, para transformar la realidad! No para que ninguno de nosotros tenga un cargo público o para salvarnos individualmente como dicen algunos agoreros, todo lo contrario, y se ve en cada acción cuando cada uno y una de ustedes les saca tiempo a su familia para militar, porque estamos convencidos de que en este país que produce alimentos para 300 millones de habitantes, si hay un solo pibe que pasa hambre es porque está mal organizada la economía, la sociedad, la cultura y la política, sino no hay otra explicación compañeros y compañeras. Y la han organizado mal para concentrar riquezas en manos de unos pocos. No llovió mala suerte; acá tuvimos doscientos años de traiciones y de entrega. También es verdad que tuvimos islas como los dos primeros gobiernos del General Perón con Eva Perón y estos 12 años, que en términos históricos no son nada en la corta historia de nuestra república, porque necesitamos más de 60 o 70 años más de transformaciones, y la única forma de hacerlas realidad es que nosotros nos hagamos cargo, qué vamos a esperar, qué vengan de otras fuerzas políticas… no compañeros/as, somos nosotros, tenemos que creérnosla un poco más; somos nosotros los que tenemos que salir a ocupar las concejalías, los lugares en el ejecutivo, a dar los debates públicos,  a ganar los centros de estudiantes y los gremios. Somos nosotros los militantes de verdad, los que peleamos en los ’90, los que nunca escondimos la cara, los que siempre pusimos el cuerpo, los que no estamos detrás de un cargo, a los que no nos tiemblan las piernas cuando hay que combatir, ni la voz cuando hay que hablar. Somos nosotros los que hacemos el esfuerzo de formarnos, porque muchos sabemos que hay compañeros que vienen de la militancia territorial, que no han tenido la práctica de formación; son ellos mismos que dicen ‘así no me alcanza’. Y yo los veo esforzándose por leer un libro o una fotocopia o para bancarse un curso de formación, y eso nos tiene que llenar de orgullo, porque estoy convencido de que esos compañeros y compañeras que hacen dicho esfuerzo, en poco tiempo van a ser funcionarios de este proyecto nacional, pero nunca se van a olvidar de dónde vinieron, de pisar el barro, cortar rutas o cuando le daban la mitad de su sueldo a un vecino.

Es por eso que tenemos doctrina y línea política. ¿Qué nos falta?… organización, porque con esta organización no alcanza para hacer la revolución en Argentina, ni con el MUP, ni siquiera con toda la organización nacional del peronismo y del FpV, porque los buitres de adentro y de afuera están asechando, porque los mismos buitres tienen la plata para comprar horas y horas de pauta publicitaria o para comprar dirigentes, para organizar los saqueos de diciembre. Van a ir a buscar a nuestro piberío, a los hijos del neoliberalismo que en estos 12 años no les pudimos dar una respuesta. Va a ir Barrionuevo a buscar a esos pibes, que deberían estar militando, para organizar los saqueos de diciembre. Y ahí tenemos una cuenta pendiente nosotros en el barrio, porque tenemos que disputar el piberío, porque tenemos que incluirlos en la política, porque tenemos que decirle que la salida no es individual, la salida no es el paco o el choreo, sino  meterse en una organización política y hacer la revolución. Y si quieren sentir adrenalina de verdad, si quieren de enserio jugárselas,  que se las jueguen por este proyecto y no en una esquina para caer bajo las balas policiales en una noche de mala muerte.

Necesitamos reclutar a los jóvenes, es una tarea difícil pero no imposible. Entiendo que no sea fácil convocar, pero necesitamos reclutar enfermeros, docentes, médicos, trabajadores/as industriales. La segunda tarea es la contención de esos compañeros y compañeras, porque no faltan compañeros/as que vengan al MUP, sino que hay que saber contenerlos, porque puede que como pasa habitualmente, milite un par de meses y se vaya, por no haberlo sabido contener. A cada adherente hay que transformarlo en militante, y para eso hay que darle un frente de militancia; compañero/a que pierde el tiempo en tomar mate en la unidad básica, se aburre, se cansa y se va. Hay que mandarlos al territorio para ganar una comisión vecinal, hay que mandarlos al colegio a ganar un centro de estudiantes o al lugar de trabajo para que pelee en el gremio, o bien darle un balde con cal y otro con ferrite y decirle esta pared es tuya compañero. A cada compañero/a hay que darle un puesto de lucha. De esa manera, cada ingreso se va a transformar en un militante y luego en un cuadro. Entonces si nosotros para fin de año sumamos un militante más y lo transforma en un cuadro político, el próximo plenario metropolitano lo vamos a tener que hacerlo en un microestadio, porque este local nos va a quedar chico.

Tenemos que dar las disputas en las calles, en los paredones, saliendo a pegar afiches; a instalar compañeros/as, pero también a instalar ideas; debemos seguir rescatando nuestras figuras históricas, porque eso también marca presencia. Y sobre todo pensar en lo electoral; estamos a pocos meses, el 20 de junio cierran las listas. Nosotros consideramos que tenemos mujeres y hombres que son cuadros de este proyecto nacional y popular que merecen estar dentro de las listas del FpV y tenemos que trabajar para que eso sea una realidad. Yo acepté en La Plata el desafío de pelear por la intendencia o puede ser también por una diputación nacional o por el lugar que Cristina diga, pero lo importante es aceptar el desafío y comprometerse, saber que es difícil y duro y que hay que ser consiente y responsable.  El movimiento nacional tiene extraordinarios compañeros y compañeras, muchos, mejores que nosotros, ¿Y si son mejores que nosotros, cómo vamos a llegar? Siendo más disciplinados, ordenados y más militantes que los mejores. De esa manera les garantizo compañeras y compañeros que como en el 2011 y el 2013, muchos  compañeros/as van a estar en las listas para defender este proyecto de institucionalidad. Todos sabemos que las transformaciones se hacen desde el estado, que en la calle uno disputa la política, pero cuando va al Estado le cambia la vida a los vecinos, o tiene la posibilidad de trabajar en el PROCREAR, en la AUH o en las capacitaciones del Ministerio de Trabajo ¡Acuérdense lo que era el Ministerio de Trabajo en la década del ’90 que se manejaba siempre a favor de las empresas! Es por eso que debemos prepararnos para estar en el gobierno, en cada uno de los lugares en donde estemos.

Estoy convencidísimo de que en estos tres meses que quedan para finalizar el 2014, si llevamos adelante este camino, vamos a tener un brindis de fin de año donde nos vamos a sorprender de la calidad de nuestro movimiento.

Les agradezco a todos y todas que trabajaron en las comisiones, a José Martino, Fernando Rey, Cecilia Gómez Mirada, Romina Rodríguez, Lautaro González, Ramiro Gómez, Adrián Vitale, Marcelo Von Schmeling, Marisol Aranguren y a todas y todos lo que hicieron posible este plenario metropolitano.

Me despido contentísimo y convencido de que nos hicimos cargo de ese sueño que nos propuso Néstor Kirchner cuando  dijo ‘vengo a proponerles un sueño, quiero una Argentina más justa’. Y siento que a un día del 17 de octubre, y a poco más de una semana del aniversario del fallecimiento del compañero Néstor, nosotros cumplimos con él, con Perón, con los 30mil compañeros detenidos desaparecidos y con Cristina. Porque no bajamos los brazos nunca y porque estamos convencidos de que vamos a hacer la revolución en el país, para que no haya ningún pibe más con hambre, para que no haya ninguna familia sin dignidad. Ese día nosotros vamos a estar contentos de ver un pueblo más feliz, y de vernos realizados en nuestra misión.